Tenía un cuento Borges, el primero que leí de él en el libro de Literatura de COU (gracias a sus editores y gracias al inventor del COU) sobre una biblioteca que contenía todos los libros posibles con todas las combinaciones existentes de letras y palabras. En uno, por ejemplo, podía leerse integramente el Quijote (o la Biblia, o la Divina Comedia). En otros muchos la obra de Cervantes sólo variaba en una letra. La inmensa mayoría eran un puro disparate.
Otros lo han expresado de otra forma: si se le das una máquina de escribir a un chimpancé y tiempo suficiente, acabará escribiendo todas las obras de la literatura universal. Con los signos aleatorios que aparecen cuando intentamos registrarnos en una página web, y que tienen como función engañar a las máquinas, pasa algo similar. Casi nunca dicen nada. Pero a veces, por casualidad, nos envían, como un guiño del azar un mensaje.
El mensaje de éste (es auténtico, gracias Paula) es claro: Cágate para registrarte en del.icio.us...
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