lunes, 26 de mayo de 2008

Alfrico baila

Este blog se ha convertido en los últimos tiempos en punto de encuentro de cuatro amiguetes que, eso sí, nos llevamos muy bien. Cada vez pontificamos menos sobre el sentido de la vida, el futuro del periodismo, la diferencia entre derecha e izquierda o cualquier otro tema solemne y nos fijamos más en cualquier anecdotilla que nos tenga entretenidos cinco minutos. Este post pertenece a esa categoría de historias, próxima, entrañable e intrascedente.

Quienes conozcan a mi padre encontrarán muy divertido el vídeo que he colgado hoy. En él se ve al tipo, un hombre bastante serio según opinión generalizada, bailando con más desparpajo que ritmo el día de la boda de su sobrina. El enlace de mi prima Ana ha sido un gran acontecimiento familiar, quitando los entierros el más importante desde que se casó mi tío Benito en 1981. Aunque somos todos bastante sosos, el desmadre ha sido generalizado y estas imágenes dan buena muestra de cómo por un día nos salimos todos del molde. Ridículo es el que se siente como tal y mi padre se olvidó por un día de ese sentido del pudor que normalmente tiene hiperdesarrollado.

Por eso, y sobre todo por otra cosa que él sabe, el sábado me sentí muy orgulloso de él. Quién lo verá el día que yo me case.

jueves, 22 de mayo de 2008

¿Se puede centrar un penalti?

He estado viendo la final de la Liga de Campeones en la casa de Alfredo y Ruth, mis hermanos adoptivos en Madrid y he gozado con la emoción de la tanda de penaltis. Aunque es la solución más arbitraria para un campeonato que ha durado nueve meses la muerte súbita es un espectáculo divertido incluso para quienes no aprecian el fútbol -Ruth- y en especial los ansiosos que son incapaces de sentarse 90 minutos a ver un partido. Y encima los ves con cierta tranquilidad cuando no eres forofo de ninguno de los dos equipos, aunque mi corazón fuera con el Manchester, un equipo que ha mantenido a un caballero -literalmente, sir Alex Fergusson- 22 años de entrenador.

Es evidente que una tanda de penaltis es un duelo entre el jugador y el portero. Pero durante un partido en ocasiones intervienen más protagonistas: el balón da un palo y remata un segundo jugador, por ejemplo. Y aquí surge la pregunta ¿Se puede centrar un penalti? Yo nunca he visto en directo hacerlo, pero leyendo el reglamento no encuentro ninguna objeción. Y resbucando un poco en Youtube encuentro varios vídeos que así lo confirman. Como éste, en el que no entiendo nada de lo que dice el locutor, salvo "Johan Cruyff". Decidido en la próxima pachanga que juguemos en el barrio del Pilar me postulo para tirar uno. Calienta, Alfredo, que la dejo en corto y rematas tú.

Y después del penali más curioso...el más gracioso. Que lo disfruten,

lunes, 19 de mayo de 2008

Progresistas y conservadores

Ha muerto Roberto García Calvo, magistrado del Tribunal Constitucional, todos los periódicos traen la noticia. Y todos añaden que con su fallecimiento los conservadores quedan en minoría en el tribunal, lo que garantiza prácticamente que éste avale leyes como la del Estatut de Catalunya.

Resulta preocupante que sea tan fácil etiquetar a los jueces de este país en dos categorías, como si fueran plantas angiospermas y ginospermas (algo queda de mis Ciencias Naturales de Primero de Bachillerato). Pero lo que resulta más preocupante aún es que su adscripción ideológica sea como una marca a fuego que determina necesariamente el resultado de todas las votaciones. ¿Cuatro conservadores y dos progresistas? Pues entonces quedan 4-2. Facílisimo sacar un pleno al quince en la quiniela.

El asunto resulta más preocupante por cuanto el Constitucional es el órgano encargado de comprobar que las leyes o resoluciones judiciales se ajustan a nuestra Carta Magna. No se le pregunta al magistrado si le gusta o no la norma, sólo si cabe dentro de la Constitución. Entiendo que en algunos casos -se me ocurre el aborto- sea muy difícil separar la ideología de la decisión pero ¿qué tiene que ver que uno sea progresista para concluir que el Estatut invade o no las competencias del defensor del pueblo? Nada, salvo que concluyamos que en realidad somos un país de sectarios y que al final asumimos en bloque los postulados de quienes están en nuestra trinchera.

Pero eso sería muy triste ¿verdad? Seguro que hay otra explicación...

jueves, 15 de mayo de 2008

Canciones de otra época

Ayer el Constitucional avaló la ley integral contra la violencia de género, que prevé penas más elevadas para los hombres que para las mujeres en caso de maltrato. Un amigo me decía que si esa mayor dureza de la pena se debía a que había más hombres maltratadores, habría que reforzar las condenas a los vascos en casos de terrorismo. No estoy de acuerdo con su argumento, aunque en el momento no supe muy bien cómo discutirle. Lo que tampoco sé es hasta que punto aumentar las penas contribuirá a reducir el número de casos. Muchos tipos se suicidan después de cargarse a sus novias o esposas, así que ya me dirán lo que les importa la cárcel.

Pues bueno, hoy celebrábamos San Isidro en Madrid -y en muchas localidades rurales de España, entre ellas Busto de Bureba. Fiesta castiza por antonomasia, se han visto los chulapos por toda la ciudad y se han escuchado chotis y otros folclores locales. Y al fijarme en una de esas músicas, que había escuchado cien veces, se me ha venido a la cabeza la dichosa ley de violencia de género. ¿Ustedes se han fijado que el celebérrimo chotis Pichi el protagonista presume de pegar a las mujeres? La letra dice así, nada menos: "¡Pichi! /pero yo que me administro, / cuando alguna se me cuela, / como no suelte la tela, / dos morrás la suministro; /que atizándolas candela / yo soy un flagelador". Canciones de otra época, afortunadamente, en que se decía aquello de "mi marido me pega lo normal". Hoy sería inconcebible que alguien sacara al mercado una canción así. Lo raro es que nadie haya pedido prohibirla.

martes, 13 de mayo de 2008

Un año contando chorradas



El pasado 11 de mayo Puesfijate cumplió un año. Hay algunos posts más antiguos, de febrero de 2007, pero pertenecen a la prehistoria cuando simplemente me ejercitaba para conocer esta herramienta. Nació con un vídeo de mis alumnos del máster en los premios Ortega y Gasset y durante este tiempo hemos hablado aquí de muchas tonterías. La mayoría han quedado entre amigos pero algunas han tenido cierta repercusión, como aquello sobre Tolstoi y el copyright o la más celebrada en visitas (casi 5.000), en la que uniendo todos los términos preferidos por los internautas contábamos que Aznar y Fernando Alonso habían atropellado a un cura pederasta en presencia de Paris Hilton.

Hemos tocado juntos el piano -un poco mejor cada vez, espero-, hemos discutido bastante de política durante las elecciones y sobre todo, nos hemos reído con los comentarios de los habituales de este espacio, que como dice Yulendys, son lo mejor. Pues eso, que aunque estos días esté un poco seco de ideas espero que el próximo año que hoy oficialmente empieza sea tan gratificante como el anterior. Me pongo a ello.

viernes, 9 de mayo de 2008

Mamá, estoy en la guerra

Las madres se preocupan mucho por sus hijos, algunas en exceso, y es natural. La invención del móvil supuso la irrupción de un nuevo instrumento de control para las mamás superprotectoras, que pueden ahora tener a sus retoños localizados. Pero, lejos de calmar sus preocupaciones neuróticas, las exacerbó. Si no obtienen respuesta o el teléfono está desconectado rápidamente empiezan a urdir toda suerte de desgracias o catástrofes que le han podido ocurrir a sus pequeños.

El 99% de las cosas por las que nos preocupamos son temores infundados. Pero en la historia que nos ocupa los padres del soldado Stephen Phillips, militar estadounidense destacado en Afganistán, tenían motivos para la alarma. Su móvil se disparó en medio de una batalla y dejó en el contestador de casa un mensaje involuntario de tiros y confusión. El vídeo adjunto, que el hermano del soldado colgó en Youtube, ha recibido ya más de 200.000 visitas. No tienen el ordenador estropeado: no se ven imágenes, sólo se escuchan disparos, insultos y blasfemias.

Nadie resultó herido en el incidente. Stephen, como buen hijo, pidió luego disculpas a sus padres por las palabrotas y les rogó que no le dejaran escuchar la grabación a su abuela. ¿Se preocupará la señora Phillips cuando Stephan, de vuelta a casa, tarde un poco más de la cuenta un sábado por la noche?

lunes, 5 de mayo de 2008

31

Me gustaría extenderme sobre la heroicidad del fútbol o contar alguna batalla de cuando era pequeño y lloraba cuando perdía el Madrid pero comprenderán ustedes que a las 3.52 de la mañana que son ahora lo único que me apetece es meterme a la cama. Hasta las tres menos cinco no han aparecido esa panda de millonarios por Cibeles. Pero hoy se lo perdonamos todo y nos vamos muy contentos a dormir con esa Liga que hace la número 31. Ah, el vídeo no es mío. Yo los hice mejores pero todavía no he aprendido a sincronizar mi móvil con mi Mac. Hala Madrid.

jueves, 1 de mayo de 2008

Adiós, viejo amigo

Hoy me he despedido de un viejo amigo. Mi querido Volkswagen Polo TF-6246-BP, mi primer coche. Lo he llevado al desguace porque me salía carisimo arreglarlo y apenas lo cogía. Le he dado muy mala vida: diez años durmiendo en la calle en algunos de los barrios más botelloneros de Madrid hacen mella en cualquiera. De momento no me compraré otro: he calculado que me sale más barato usar el transporte público y alquilar uno, si tengo que hacer un viaje.

La despedida no ha sido fácil. En estos años hemos hecho muchos viajes juntos y hemos vivido muchísimas aventuras. Alguna vez me ha dejado tirado, pero pocas para el mal trato que ha sufrido. Lo fui a buscar a Cádiz y luego me ha acompañado al Pirineo, al Levante, a León, a Busto (tantas veces...), a Santander... Me han dado 50 euros por él. Sólo he rescatado el gato, los triángulos, el chaleco y mis amuletos: una cinta de la virgen del Pilar que me regaló una amiga de Zaragoza y la estampa del Cristo de Portobelo (Panamá), la piu grande proctezione per la mia maquina.

Me ha dicho el del desguace que algunos lloran al entregarlo. En mi caso no ha sido para tanto, pero me he emocionado y hasta me ha parecio que me decía adiós con las luces de freno cuando lo aparcaban. En Canarias, en el campo, hay mucha gente que cuando retira un vehículo lo aparcan delante de casa, o junto a la huerta, y lo dejan ahí pudriéndose. Yo no tengo patio para dejarlo, pero con el síndrom de Diógenes que padezco hubiera hecho algo parecido. Adiós, colega, fue un placer. Siento haberte llevado al chatarrero, si Chillida siguiera vivo habría tratado de convencerle para que hiciera de ti una obra de arte.