lunes, 31 de diciembre de 2007

Briznas de caspa para despedir el año

2007, el año que se recordaré entre otros eventos por el nacimiento de este blog, toca a su fin. Y como soy un poco antiguo, nostálgico y casposo, felicito el año a mis lectores, colaboradores y anunciantes con esta perla del kistch y gran éxito de 1980: ABBA os desea Happy New Year. Que 2008 sea un año inolvidablemente bueno.

sábado, 29 de diciembre de 2007

Instrucciones en silbo

Poca gente fuera de Canarias sabe que en La Gomera tienen un lenguaje único en el mundo, a base de silbidos. En realidad más que una lengua con vocabulario propio es una manera de transportar las palabras entre los escarpados barrancos de la isla. O sea, que se puede silbar en español, en alemán o en lo que sea. Como era muy difícil acercarte al tipo que veías en la cresta de la otra montaña y las palabras no podían vencer el abismo, te dirigías a él chiflando. Y el otro, que conocía los códigos, te comprendía y contestaba.

El silbo era característica de las zonas rurales; como sucedía con el euskera los habitantes de las zonas más urbanas -en el caso de La Gomera, la villa de San Sebastián- tenían a gala no utilizar una habilidad que delataba tu procedencia pueblerina. Mi abuela, gomera de pura cepa, me regañaba cariñosamente incluso cuando silbaba una canción. Entre la gente cercana sólo conocí a una silbadora, nuestra vecina Olga, ya fallecida. Hace años, cuando el ferry que une Tenerife y La Gomera se acercaba al puerto era frecuente que los pasajeros comenzaran a comunicarse a silbazos con quienes esperaban. La sinfonía de chiflidos que amortiguaba la impaciencia de los viajeros por llegar ha sido sustituida ahora por la sarta de sms inútiles enviados a gente a la que veremos en diez minutos: "¿Marearon?", "¿Vino a buscarnos la tía?".

Pues bien, la compañía Armas, una de las navieras que enlazan ambas islas ha decidido promover este lenguaje ancestral. Los mensajes que se dirigen por megafonía al pasaje se comunican en español, inglés y en silbo (español silbado, entiendo), tal y como se escucha en el vídeo. También quieren recuperarlo en las escuelas. Hacen bien. A parte de ser una riqueza cultural tiene una utilidad práctica de la que carecen otras lenguas vernáculas, con todos mis respetos. Permite, por ejemplo, dirigirte a alguien entre la multitud o hablar a distancia cuando el móvil se queda sin cobertura o sin saldo. Con todo el respeto por mi abuela, en cuanto pueda me apunto en un curso para aprender.

jueves, 27 de diciembre de 2007

Navidad y cambio climático

Una de las estampas más típicamente navideñas es la del paisaje nevado surcado por los renos. Supongo que ese será el panorama ahora en el norte de Europa, y que en el sur del viejo continente también caerá estas fechas algún copo. Pero como imagen de una fiesta con vocación de universalidad resulta sumamente parcial. Ayer hizo frío en Jerusalén, pero la temperatura no bajó de nueve grados centígrados, por fijarnos en el epicentro de la Navidad. En Brasil, el país con más católicos del mundo, hace en estas fechas el mismo buen tiempo de siempre. Y más al sur, en Argentina, Chile o Australia viven los días de más calor de todo el año.

Para mí las Navidades significan desde hace 17 años volver a Canarias desde algún lugar más frío, Bilbao primero y Madrid después; acercarme a la playa y, si hay suerte, darme un buen baño en el Atlántico. Aquí el agua suele estar muy fría, pero como el invierno es muy suave si el tiempo acompaña resulta más un placer que un sacrificio ritual para presumir de zambullida en diciembre. Hoy brillaba el sol en San Sebastián de la Gomera, teníamos 24 grados, el cielo estaba despejado y el chapuzón ha sido una gozada.

Si se cumplen las profecías de los augures del cambio climático (yo no soy agnóstico en este tema aunque sí un poco escéptico) es posible que este panorama se traslade en las próximas décadas mucho más al norte. Quizá dentro de cien años alguien se dé en Estocolmo en tal fecha como hoy un baño tan estupendo como el que he disfrutado esta mañana. ¿Seguiremos entonces adornando nuestras casas con imágenes de trineos entre colinas de nieve o cambiará también con el tiempo el atrezzo navideño?

sábado, 22 de diciembre de 2007

Un puzzle para acabar el curso

El Máster se ha terminado por este año. El miércoles tuvimos una cena de despedida que acabó entre copas en la sala Barco, a la que sólo llegamos algunos valientes. Antes, los alumnos elaboraron los proyectos finales: periódico, revista, programa de radio y web. Al trabajo digital se apuntaron seis -Karim, Carolina, Lucia, Pedro, Pablo y Luis Pablo- que escogieron como tema el de los nuevos inmigrantes en España. Tras dos semanas de mucho trabajo, de pelear con las cámaras de vídeo, de algunos agobios y de muchas risas, con la ayuda de Vanessa y la mía, de Emilio, de Carlos flash , de Chiqui y hasta del Espíritu Santo, vio la luz este especial.

A mí me parece muy bueno, juzguen ustedes. Aunque los más divertido es consultar el making off. Si no vuelvo a escribir antes, porque mañana me voy para Canarias, feliz Navidad a todos.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Y nos dieron las diez...en el karaoke

Lo reconozco, me gusta el karoke. Es una afición en la que me introdujo mi amigo Íñigo de la Quadra en nuestros viajes por América y de la que estoy muy orgulloso. El karaoke es divertido, saca el artista que uno lleva dentro, fomenta las relaciones sociales y cura la timidez. Suele reinar el buen rollo en los karokes, pese a los sórdido de algunos locales, que reproducen el ambiente de los burdeles de Saigón durante la guerra del Vietnam.

Hasta hace poco esta afición me convertía en un tipo pintoresco. Mis compañeros se reían cuando les hablaba de mi última noche en el pub Marfil o en el Cheers de Huertas. Empezaron a tenerme más respeto cuando les mostré fotos de una noche en la que canté mano a mano con Javier Bardem algunos temas de Juanito Valderrama. Pero ahora, de repente, se han contagiado de mi entusiasmo. El sábado los alumnos del Máster me pidieron que les llevara a uno de estos antros. Y ayer mismo algunos terminaron la cena de la sección cantando a pleno pulmón Libre, de Nino Bravo. Para casi todos era la primera vez: un bautizo, me consta, inolvidable.

Nunca pensé que lo diría pero ando saturado de cantar. Aún así me alegra que se ponga de moda. Y les dejo un consejo para estas Navidades: salgan ustedes también del armario musical y pongan un karaoke en su vida. (En el vídeo -gracias Bruno- mi compañera Victoria y yo cantamos Y nos dieron diez mano a mano en el Paradis. En realidad sólo nos dieron las cuatro y media: hoy había que currar).

sábado, 15 de diciembre de 2007

Le hago políglota en diez segundos

Hablando de la capacidad para los idiomas que tienen Aznar y Zapatero ¿Quiere aprender mil palabras en inglés, francés, portugués e italiano en diez segundos? Pues bien, ahí va el truco: prácticamente todos los sustantivos que en español terminan en "ción" (unos mil), se escriben igual pero acabados en "tion" en inglés, también en "tion" en francés (aunque se pronuncia "sion"), en "zione" en italiano y en "çao" en portugués. Ejemplos: Constitución-constitution-constitution-constituzione-constituçao / confirmación-confirmation-confirmation-confirmazione-confirmaçao / acción-action-action-azione-acçao.

Esta curiosidad la leí en una publicación de la era analógica -tal vez en las entrañables Selecciones del Reader's Digest- pero la anécdota no ha sobrevivido a la era digital. De hecho, la cito de memoria porque no la encuentro ni con Google. Ah, en la radio anuncian todo el rato el método de un tal Professor Maurer, de CCC, para aprender el inglés con mil palabras ¿Será este el sistema empleado?

jueves, 13 de diciembre de 2007

Sapore di sale

Supongo que a estas alturas de la película ya casi todos habrán escuchado al ex presidente Aznar hablando en italiano [pinche aquí y escuche]. Y habrán llegado a la misma conclusión que yo: lo suyo no son los idiomas, aunque hay que reconocer que tiene facilidad para pillar el acento de los lugares a los que va. Eso sí, le sobra desparpajado: él lo tiene muy claro, el italiano se habla igual que el español pero acabando todas las palabras en "i". Y sí, ya sé que cuando Zapatero habla francés también hace el ridículo. Pero no he encontrado ninguna grabación, cuando la tenga la colgaré aquí.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Compro suerte en Doña Manolita

Un consejo de un enamorado del centro de Madrid: no se acerquen por allí hasta por lo menos el 10 de enero. Entre la Gran Vía y la Plaza Mayor no hay quien se mueva estos días de furor navideño. A la agorafobia que produce andar por Sol como si por allí pasara una manifestación perpetua se une el horror estético de los gorritos de Papa Noel y -Dios sabe por qué- las pelucas, a cual más aparatosa, de moda en estas fechas. Mi habitual paseo de sábados y domingos a la piscina de La Latina -una de mis rutinas más agradables- se ha convertido hoy en una aventura. Avisados están.

Particularmente agobiante resulta contemplar las colas que estos días se forman frente al número 31 de Gran Vía. Allí se ponen las botas a vender lotería los propietarios de la administración que fundó Doña Manolita en 1931, y que hasta Sabina menciona en su canción A la sombra de un león ("compro suerte en Doña Manolita..."). La fila ocupa tres o cuatro manzanas pero la magia del lugar se extiende centenares de metros a la redonda. Por ejemplo, en los tenderetes de las gitanas que venden décimos en la Puerta del Sol no faltan carteles anunciando que los numeritos allí expuestos han sido adquiridos en dicho establecimiento. Naturalmente, se venden con un recargo de dos euros, que para eso se ahorra usted la cola.

Al margen de que es muy difícil comprobar de dónde carajo han salido los boletos hay que concluir que, desde un punto de vista racional, tanta idolatría con dicha señora es una memez. La probabilidad de que te toque un premio depende del número de décimos distintos que lleves, no de dónde los hayas comprado. Si en Gran Vía 31 se ha vendido 20 veces el Gordo no es porque el lugar sea mágico, sino porque vende miles de números distintos. Y así es fácil. Igual sucede con la administración de Sort cuyo propietario, prototipo del nuevo rico, se ha apuntado a lista de millonarios horteras que quieren ser turistas en el espacio.

Pero incluso a quienes nos gustan las matemáticas no podemos sustraernos a las supersticiones. Un estudio reciente concluye que un tipo que hubiera comprado el último boleto de un número no lo revendería antes del sorteo salvo que le ofrecieran, de promedio, 60 veces su valor. A mí me pasa algo peor. He soñado con un décimo y lo quiero comprar. Lo vende el de Sort, y sería fácil hacerme con él por internet. Pero me da tan mal rollo el tipo -lo siento, seguramente será un santo- que me desplazaré a una remota administración en los confines de Madrid para adquirirlo. Quizá incluso haré cola. Y miren que es el mismo número. Por la cara que me vean el 22 por la tarde sabrán como me ha ido. Sólo adelanto que acaba en 4.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

35 años sin hacer nada

Ayer cumplí 35 años. Cuando llegamos a una edad redonda solemos mirar hacia atrás para ver qué hemos hecho con nuestras vidas. Hay quien se deprime por cumplir 30 o 40 y no haber alcanzado ninguna meta relevante. Yo, francamente, no. Primero porque desde hace años sé no hay ninguna necesidad de hacer nada "importante" con nuestras vidas, a parte de intentar sacarle todo el juego posible. Y lo segundo porque, aunque así lo creyera, 35 años es muy poco, el prólogo de una existencia. Así que no hay prisa en ningún caso. Y cuando alguien me sale con que tiene nosecuantos años infructuosos, me acuerdo de lo que escribió Marcel Proust cuando cumplió 30:

"Sin placeres, objetivos, actividades ni ambiciones, con toda la vida que me queda por delante ya concluida, y con una clara conciencia de la pena que causo a mis padres, es bien poca la felicidad que tengo". Negro diagnóstico para quien unos años después escribiría las miles de páginas que componen En busca del Tiempo Perdido...

lunes, 3 de diciembre de 2007

El último souvenir patrio


Ayer estuve en el Bernabéu gracias a mi amigo Manolo, que de vez en cuando me deja su abono. Vi ganar a mi equipo por 3-1 pero por ir a pedir dos coca-colas en el descanso me perdí el homenaje que le hicieron al gran ídolo de mi infancia, Carlos Santillana. Algún día hablaré de Charly, con el debido respeto, pero hoy me fijaré en otra cuestión más anecdótica. ¿Saben ustedes cuál es el souvenir que causa furor en los tenderetes montados ante los estadios de los equipos digamos nacionales? No señor, la bufanda con el lema Esto es España, y al que no le guste que se vaya ha sido desbancada en las últimas semanas por otra, ideada sin duda por un sagaz genio del márketing. Una que sobre tonos rojigualdos lleva estampados el escudo nacional, un mapa de la piel de toro y el exabrupto hispánico de moda: ¿Por qué no te callas? Ayer se vendían como rosquillas.

...Y de verdad que es la última vez que saco el tema.