jueves, 22 de abril de 2010

¿En qué se parecen Verdi y Boney M?

Puesfijate vuelve hoy a un tema de esos que nos encanta: sin percha de actualidad, sin la menor relevancia, una curiosidad absolutamente inútil hallada mientras me dejaba por la corriente de internet. Vamos para allá sin más vueltas ¿Saben qué tienen en común Giuseppe Verdi y Boney M? ¿Qué une a la ópera con el Eurodance pachanguero? Pues que sus composiciones más célebres son versiones musicales de un mismo texto... Sí señor, el sublime Va Pensiero de Nabucco -el coro de los esclavos judíos en Babilonia, seguro que lo conocen y si no caen, pinchen el vídeo arriba- y el pachanguero Rivers of Babylons (vídeo de abajo) se inspiran en el salmo 137 de la Biblia, numerado como el 136 en la Vulgata, la primera traducción del libro al latín.

El salmo 137, conocido por las palabras con las que comienza en latín, super flumina Babilonys (sobre los ríos de Babilonia), cuenta la nostalgia del pueblo judío, cautivo del rey Nabucodonosor, por la perdida Sion (Israel). Estas referencias patrióticas hicieron que muchos partidarios de la unificación de Italia utilizaran el Va Pensiero como himno reivindicativo frente a la ocupación francesa y austriaca de parte de su territorio. De hecho, esta melodía que Nana Mouskouri popularizó con una letra horrible, fue una de las propuestas como himno para el país cuando el país cuestionó sus símbolos tras la Segunda Guerra Mundial. Ahora ha tenido la mala suerte de caer en mano de los indeseables de la Liga Norte, que la cantan al final de cada mitin. Así que se habrá hecho antipática para muchos italianos.

Dicen que cuando el féretro de Verdi recorría Milan la muchedumbre se puso a cantar espontáneamente el Va Pensiero. Si pudiera viajar en el tiempo creo que una de las primeras visitas sería para comprobar si esa anécdota es cierta. Concibo pocas escenas más emocionantes.

PS: Después de tres años he cambiado la cabecera de Puesfijate. Donde decía "noticias curiosas, insólitas o sencillamente falsas" ahora dice "noticias curiosas e insólitas pero nunca falsas". Aquí contaremos muchas bobadas, pero siempre bobadas rigurosas.

jueves, 15 de abril de 2010

Cómo sacar partido de un divorcio


Cartel publicitario colgado en el metro de Madrid: "¿El hombre de tu vida ya está fuera de tu vida? ¡Vende! Compramos tus joyas a precio de oro". A destacar la sonrisa-profidén de felicidad de la chavalita y su gesto desafiante estilo José María Aznar en la Universidad.

martes, 13 de abril de 2010

Más importante con barba


Me he dejado barba desde hace un mes y medio, más o menos. No es la primera vez que me la dejo, ya la llevé hace 15 años en Bilbao durante unos días pero ahora igual me la dejo más tiempo. Lo hice por una bobada, porque todos mis compañeros del turno de tarde -cuando aún trabajaba por la tarde- la llevaban; al principio no me convencía pero ahora que ya no pica y está convenientemente arreglada ni me acuerdo de ella. Puesfijate que el otro día conocía a varias personas que trabajan en Muy Interesante -ya sé que de momento no tiene nada que ver con lo de la barba, pero esperen- y hablando con ellos de cómo me gustaba la revista allá por los primeros años 80 me acordé de algunos reportajes memorables que me habían impactado. El que más, uno sobre los cien personajes más importantes de la historia de la humanidad.

El interesantísimo ránking había sido elaborado en 1978 por Michael H. Hart y luego revisado en 1992. Los cambios en esos 14 años habían consistido básicamente en retrasar 20 o 30 posiciones a Marx, Mao, Lenin o Stalin e incluir a Gorbachov, por ejemplo. Mahoma sigue siendo el número uno, por delante de Newton y de Jesucristo, relegado a un polémico tercer lugar. Otro día hablaremos de esta curiosísima clasificación que habría que revisar una vez más para incluir a los protagonistas de la nueva era de la computación e internet: Gates, Jobs, los creadores de Google y desde luego los impulsores de internet tienen más influencia en cómo es el mundo hoy que el 90% de los personajes citados por Hart hace 30 años.

Pero aparte de hacer esa reflexión hice otras. Apenas hay mujeres, dos o tres (la primera, la Reina Isabel la Católica) y sólo cuatro españoles: además de la soberana, Pizarro, Cortés y Picasso, salvo que incluyamos a Colón, de origen discutible. Y sobre todo, y aquí enlazamos por el principio, la mayoría de los tipos que supuestamente han determinado que el mundo sea como es, están representados con barba. De los 18 primeros, 14: Mahoma, Jesucrito, Confucio, San Pablo, Tasi Lun (inventor del papel), Gutemberg, Einstein, Marx, Pasteur, Galileo, Lenin, Moisés, Darwin y Shih-Huang Ti (unificador de China). O sea, todos menos cuatro: Newton, Buda, Colón y Aristóteles. ¿Dejarme barba aumenta las posibilidades de llegar a ser un tipo realmente importante? De momento sólo he comprobado una cosa: adelgaza. Más de diez personas me han dicho que estoy más delgado, y peso exactamente lo mismo. O quizá un poco más: calculo en unos 50 gramos el peso del vello que ahora me tapa la cara.

lunes, 5 de abril de 2010

Guerra a la basura postal

Lo primero les pido disculpas por el tiempo que llevo sin escribir, la Semana Santa ha roto el ya irregular ritmo de publicaciones de Puesfijate. De estos días sólo les cuento que he estado en el Genarín, del que ya hemos tratado en otras ocasiones aunque tal vez merezca la pena una actualización del tema, y en Busto de Bureba, adonde regresaba tras el largo invierno. Pero más adelante, probablemente cuando ya no venta a cuento, hablaremos de la Semana Santa. Hoy toca filosofar sobre los buzones.

Nunca hemos recibido tantos mensajes como en estos tiempos. Gracias a internet y a los móviles nos comunicamos cada día con decenas de personas que están lejísimos, comentamos sus fotos y vemos sus vídeos y si les ha gustado o no el desayuno. Pero es cierto que apenas recibimos ya cartas físicas o postales: cuando encontramos una en un buzón -físico- es un acontecimiento que, al menos a mí, me llena de gran alegría. Sobre todo, por que es muy raro que suceda. Este año, que yo recuerde he recibido una desde Venecia de mis amigos Alfredo, Ruth y Emma. Y tal vez alguna otra desde algún rincón del planeta enviada por mi quate Íñigo de la Quadra Salcedo.

El resto, basura. Publicidad de un señor que no se ha enterado de que ya he reformado la casa. Cartas del banco, aunque no me hace falta que talen una secuoya gigante en el Canadá al año para informarme de unas cuentas que consulto por Internet. Más publicidad de un restaurante chino con ofertas asombrosas. La factura del móvil y la de la luz, que también las puedo consultar on line. Alguna revista de la FAPE -Federación de Asociaciones de Periodistas de España-, que es de lo poco que me interesa. Y felicitaciones de Navidad de lo más impersonal enviadas por el administrador de fincas, el BBVA o la tienda donde me compré la tele. Y más publicidad del Media Markt o de algún centro comercial de esos que no sé ni dónde está. Sí, sé que existe la lista Robinson ésa, pero eso no previene contra el buzoneo.

Ante este panorama y mi lucha tenaz contra el síndrome de Diógenes atenuado que padezco en modo atenuado he adoptado una estrategia inflexible hacia mi buzón: en vez de abrirlo cuando subo a casa, como se ha hecho de toda la vida de Dios, lo abro cuando salgo a la calle. ¿Por qué? Porque el 95% de lo que me encuentro dentro es una porquería y según piso la acera lo deposito en el contenedor de reciclaje de papel. Así me evito llenar mi casa de papeles que se acaban perpetuando en la mesa multiuso de los mandos a distancia o junto al ordenador. ¿Que me interesa algo? -esa postal que me llega cada seis meses de mi amigo Íñigo dando envidia- pues tomo nota mental y la recojo de vuelta a casa. Pero por esos cuatro pisos de escalera no sube ni un papel más de lo imprescindible. Les seguiré contando mis progresos en ésta mi guerra contra el desastre.