martes, 20 de octubre de 2009

La vida siempre es maravillosa, aunque a veces puede ser bastante jodida

El viernes por la noche nos sorprendió a todos la muerte de Andrés Montes, el histriónico periodista deportivo que ponía motes inverosímiles a todos los jugadores de fútbol y baloncesto, el inventor de expresiones tan populares como "jugón", "tiqui-taca" o "la vida puede ser maravillosa". No sabemos de qué se ha muerto pero como se supone que no atravesaba un buen momento profesional -no había renovado su contrato con la Sexta- muchos han apuntado enseguida la hipótesis del suicidio. Es una posibilidad truculenta pero no mucho más pausible que otras, por muy mal que le fuera. Parece que no nos damos cuenta de que -si es verdad- que estaba triste o deprimido también era muchísimo más probable que le diera un infarto, un derrame cerebral o lo que sea. Pero dejo el tema: a mí tampoco me importa demasiado de qué haya fallecido, lo siento en todo caso por su familia y por él. Era muy pesado pero también un tipo entrañable al que estoy seguro que escuchaban divertidos sus mayores críticos. Aunque fuera a ratos cuando nadie los veía.

Puesfijate que tras conocer la noticia casi todos tuvimos la ocurrencia fácil de decir aquello de "la vida puede ser maravillosa pero no tiene por qué serlo". Yo también lo dije, pero ahora pensándolo mejor, rectifico. Nuestra existencia es a ratos estupenda, a veces horrible y las más de las veces, mediopensionista. Como los libros de autoayuda no dejan de repetir, la felicidad depende en parte de lo que nos pasa y en gran parte de cómo nos lo tomamos. Pero la vida en sí, nuestra vida, cada vida, es, si reflexionamos, en esencia maravillosa. Aunque luego no nos pasen más que desgracias.

Me explico. Yo creo parte de la culpa de que no aguantemos bien los pequeños contratiempos de la vida -los grandes infortunios son más fastidiados de sobrellevar, por mucho que filosofemos- procede de la idea de que estamos en este mundo por una suerte de derecho divino. Que teníamos que existir sí o sí. Es lógico. Desde que tenemos recuerdos siempre hemos existido. Pero si analizamos un poco cómo carajo hemos llegado aquí -procuren no marearse- nos daremos cuenta de que somos una casualidad infinitesimal. Cuando alguien dice "si mi abuelo no hubiera ido a la guerra yo no hubiese nacido" yo pienso "no, si tu abuelo se hubiera apuntado a la guerra un segundo después, tu no habrías nacido". Y no te digo nada si la primera célula que pobló la Tierra hubiera perecido en el intento, o si no se hubieran extinguido los dinosaurios. O si se hubieran extinguido un minuto después. El presente es el resultado de trillones, por decir algo, de circunstancias interdependientes, si hubiera cambiado sólo una, todo sería diferente. Incluidos nosotros, no íbamos a ser especiales.

Por eso digo que la vida, la de cada uno, es siempre algo maravilloso. Reímos, lloramos, lo pasamos bien, mal o fatal porque nos ha tocado un número en la inmensa lotería cósmica de la que hablamos. Aunque sólo sea por la novelería de conocer el mundo casi todas las vidas merecen la pena ser vividas, sobre todo si reflexionamos sobre la inmensa suerte que hemos tenido de estar aquí. Pero incluso en aquellos casos en los que no merezca la pena el viaje -pensemos en un tipo nacido en un campo de concentración que sólo conozca el dolor y la muerte- la experiencia siempre será más interesante que la alternativa: no existir. Eso sí que tiene que ser un coñazo.

PS: Sobre la muerte de Andrés Montes les recomiendo el blog de su amigo Iturriaga. Un obituario para leer con una sonrisa.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con Pues Fíjate. Y parafraseando a otra fallecida reciente: "Gracias a la vida, que me ha dado tanto".

Anónimo dijo...

No creo que se suicidara pero es verdad que los optimistas de verdad no suelen ser tan eufóricos y los eufóricos no son tan optimistas.

Anónimo dijo...

Violeta Parra se suicidó después de crear "Gracias a la vida" (aunque Mercedes Sosa lo cantaba mejor que nadie) y Goytisolo escribió "Nunca te entregues ni te apartes junto al camino. Nunca digas: No puedo más y aquí me quedo." Luego se apartó de forma voluntaria. A veces uno trata de convencerse y sólo convence al resto. Pero en mi opinión, esto es un bulo como lo del de "Don't worry, be happy".

Anónimo dijo...

¿Alguien me explica lo de dónde están las llaves Salinas?