miércoles, 2 de abril de 2008

30 años de Dallas

Hoy se cumplen 30 años de la emisión del primer capítulo de Dallas. A mí no me la dejaban ver porque tenía dos rombos -mayores de 18- pero la conozco bastante de tanto oírla comentar en el colegio a quienes tenían padres más permisivos. Vamos, como cuando uno viaja a París o a Nueva York por primera vez y le suena casi todo. Para celebrar la efeméride el diario The Times ha elegido los diez mejores momentos de la historia de la serie, tal y como recoge ELPAÍS.com. Someto la lista a la discusión de los especialistas.

Yo, como ya he dicho, no he visto ninguno, aunque me suenen todos. Así que cuando escucho hablar de Dallas de lo que me acuerdo es de la canción que hizo el difunto Pepe da Rosa. Todo el mundo recuerda el estribillo, "del cabo de gata hasta el Finisterre hay que ver la gente cómo está con JR". Pero eso es lo peor de la letra. El resto es mucho más ingenioso, y lo digo sin ninguna ironía. El documento no tiene pérdida y ha ganado con los años. Porque lo que entonces parecía cool -la decoración de la discoteca y la pinta del público asistente- ahora es de un delicioso patetismo. ¿Cómo se puede bailar semejante melodía? Pinchen, recuerden y disfruten.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Adivina, adivinanza: ¿En qué se diferencian el año 1978 y el 2008? En que hasta las composiciones casposas llevaban detrás unas cuantas horas de trabajo intelectual. Mañana Mariano Ozores, Berni. No es broma.

PD: El hijo de Da Rosa no le llega al viejo ni a la suela del zapato.

Anónimo dijo...

El vídeo de Pepe La Rosa me trae a la memoria las discotecas de otros tiempos en donde la gente (sobre todo chicas) iban solas con el único objetivo de mover el esqueleto y eran capaces de bailar con el "Aleluya" de Aute por ejemplo. En cuanto al inefable "cantautor" (La Rosa,claro)en estas imágenes tiene un aire entre Loquillo y Zaplana que me encanta. Yo tampoco vi nunca un episodio de Dallas.

Anónimo dijo...

Caspa en estado puro. Pero estoy de acuerdo con el Jebi, antes hasta para ser un friki hacía falta talento.