Después de muchos meses vuelven los minutos musicales a Puesfijate. No es que haya estado todo este tiempo sin tocar el piano, es que se me estropeó la cámara de vídeo y hasta ahora que me he comprado un móvil nuevo no había poddio hacer nuevas grabaciones. Hoy me enfrento con una pieza que he tocado mil veces, la primera sonatina de Muzio Clementi (1752-1832), en concreto al arranque de su primer movimiento. Estoy muy acelerado en algunos tramos, pero sólo me equivoco en una nota: la penúltima. Debería ser un sol y es un fa. Y suena particularmente mal porque, aunque el movimiento está escrito en do mayor, modula casi todo el rato a sol mayor y el fa natural suena extraño.
Aprender a tocar el piano es una de las mejores cosas que me han pasado en los últimos años. En algunos momentos me he estancado en el trabajo, la chica que uno quiere no siempre le quiere a uno -más bien casi nunca, pero de eso ya hemos hablado-, muchos amigos han tomado otros caminos para construir sus vidas... A veces se le caen a uno encima todas estas cosas juntas y se siente, no desgraciado, porque soy -somos, también en general los que me leen- muy afortunados, pero sí algo desanimado. En esos momentos una de las cosas que más me alegran es recordar cómo con 30 años decidí cumplir este sueño de tocar el piano, aunque sea regular, y cómo llevo cinco años luchando por hacerlo posible.
No toco como Lizt, nunca lo haré, pero me lo pasó fenomenal. Tengan 30, 50 u 80 años, si tienen un sueño y medios para realizarlo, atrévanse. Nunca es tarde y estas aventuras son las que dan color a la vida.
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8 comentarios:
Qué envidia... Algún día me pondré a ello
¿Y el trabajo del cámara no se agradece? No ruedo como Spielberg pero la lamparita esa sobre la cabeza en plan el artista iluminado está de lo más lograda. Había otra toma (¡se pensarán que ésta fue la única!) en la que se me veía la bota que también tenía su encanto.
Cámara: no seas modesta. Ese plano es escorzo (fruto sin duda del tembleque heredado de la tía Lola), esa mirada en diagonal, la lámpara que ciega al espectador y hace que el pianista parezca un iluminado...puro genio!!! Y para qué hablar del decorador de interiores que inteligentemente ha colocado el batiburrillo de objetos encima del piano, Parece casual, pero está todo estudiado hasta el mínimo detalle. Ay, cuánto talento se respira en esa casa...
¡Por fin! Debes saber que soy una de tus más fieles admiradoras, desde que conocí tus encantadoras interpretaciones musicales en Dominicana, en un curso. ¿recuerdas?
en las imágenes no solo apareces tú y tu entorno; también la ternura del cámara. Me inspira ese hermoso sentimiento que los une.
Besos.
Hola, Berni. Me llamo Pilar y por fin me decido a escribirte. Quiero que sepas que no lo haces nada mal, y que esta interpretación tuya al piano ha sido el detonante para dejar por fin a un lado mi timidez. Hace tiempo que sigo tu blog, y debo decirte que me tienes completamente cautivada por tu alta sensibilidad, tus talentos varios, tu porte caballeresco y tu prurito humanista. ¿Dónde están los hombres como tú? Yo soy rubia, bajita, con ojos azules, doctora cum laude, me gustan los buenos perfumes y la conversación inteligente; soy fogosa e insaciable en la cama, fiel y buena cocinera fuera de ella, puedo mantenerte con mi dinero y no me importa si alguna vez te acuestas con otra, siempre que no me lo cuentes. ¿Te apetecería quedar un día de estos?
Bueno, es mentira, pero no me negarás que es lo que andas buscando.
¿Eso que se escucha es música? No sé ,no sé. El plano de la cámara no es malo pero sólo se te ve una mano y eso hace que pensar. ¿Dónde has puesto el cassette?
Por cierto, a ver cuando conozco a la parte que sigue a la bota de la que sujeta la cámara.
Ánimo amigo Berni, tú vales mucho!!!!
Un Charly de la vida.
Vale, todo muy bonito, pero ¿por qué no sale en el vídeo el rumano al que le tienes alquilada la buhardilla?. Las estrecheces en las que vive el pobre hombre, dando de cuerpo en una bolsita... no es justo.
Berni, El Jebi ha honrado mi espacio con apenas unos segundos hace días.
Besitos,
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