lunes, 11 de agosto de 2008

El final de una era

El otro día viendo la ceremonia de apertura de los Juegos de Pekín tuve la impresión de que en esa fecha, 8-8-2008, y no el 11 de septiembre de 2001, empezaba de verdad el siglo XXI y el tercer milenio. Ha sido un punto de inflexión, el comienzo de la decadencia de occidente y la presentación en sociedad de la nueva superpontencia: China. Dentro de mil años, si la humanidad sigue por aquí se estudiará ese día en los libros de historia como se estudia la caída del Imperio Romano de Occidente, la del Imperio Romano de Oriente o la Revolución Francesa. Hitos que marcan la separación entre eras históricas.

En Puesfijate no nos gusta ponernos solemnes, pero esta vez nos hemos pasado dos pueblos. Vergüenza me da leer esta pedantaría que he escrito sólo hace dos minutos, aunque creo firmemente que es cierta. Aprovechemos ahora que es agosto y no nos lee nadie.

1 comentario:

Unknown dijo...

No sé, primo, a mí estas cosas, los cambios de era, me parecen difíciles de fechar. ¿Cuál escogemos para la Edad Contemporánea? Por supuesto, la toma de la Bastilla el 14 de julio de 1789 es un clásico, pero en realidad la acción en sí fue una escaramuza menor apoyada por un buen aparato de propaganda. Mucho más gordo fue guillotinar a Luis XVI el 21 de junio de 1793. Por otro lado, mucha gente razona que la declaración de independencia de las trece colonias americanas el 4 de julio de 1776 es el verdadero comienzo de todo. Para mí, habría que buscar más bien una fecha en torno a la máquina de vapor de Newcomen que Watt mejoró. Algo entré 1768 y 1774. Quizá el día en que Watt solicitó la patente.

Lo mismo ocurre con la Edad Moderna: ¿nos quedamos con el descubrimiento de América o escogemos el 29 de mayo de 1453, el día que los otomanos tomaron Constantinopla, acabando con los últimos restos del Imperio Romano de Oriente?

En fin, que no sé. Lo cierto es que según van pasando los años fechar el cambio de nuestra propia era -que desde luego está acabándose- en la caída del Muro de Berlín, me va pareciendo más y más miope. Ahí se acabó el siglo XX y gracias.