viernes, 12 de febrero de 2010

Del rigor periodístico e Internet


Internet ha multiplicado hasta lo inconcebible la información de que disponemos. Cuando yo era no mucho más pequeño, quizá hace 12 años, tenía a mi disposición unos cuantos libros -bastantes para lo que usaba en una casa normal- y una enciclopedia lógicamente desactualizada desde el día en que se publicó. Hoy gracias a mi conexión a la red tengo a mi alcance una base de datos muchísimo mayor que la que ofrecen todos los libros que en el mundo han sido. Los que nos gusta curiosear, picotear, aprender saberes inútiles nos preguntamos cuando encendemos el ordenador ¿Cómo podíamos vivir hasta ahora con semejante pobreza de fuentes de información? Y así a veces pienso que si tuviera que elegir entre mi querida biblioteca y mi conexión a la red me temo que el papel saldría malparado.

La información en internet no es por naturaleza menos fiable que la se extrae de otras fuentes. Pero está claro que igual que la red la difunde a gran velocidad y a mil rincones, los errores también se multiplican. Antes cuando alguien quería contrastar un dato, buscaba una segunda fuente. Pero ahora el problema es que una fuente errónea puede contaminar a otras mil y convertir una mentira en una aparente verdad. El otro día me pasó dos veces. Una, en el ámbito profesional y por ello no la contaré, no voy a sacarme aquí los trapos sucios del trabajo: es inevitable que nos equivoquemos pero la verdad es que cada caso es evitable. La otra fue en el ámbito lúdico, en estos acertijos futbolísticos con los que, según les conté el otro día, nos entretenemos en el Facebook un grupo de amigos.

Les cuento. El otro día les puse a mis cuates el siguiente problema: ¿Qué tres jugadores que han militado en equipos del País Vasco han sido campeones mundiales de fútbol? Yo me sabía dos de memoria: Valdano, campeón con Argentina en el 86 y ex jugador del Alavés; y Lizarazu, que ganó el Mundial del 98 con Francia y jugó en el Athletic de Bilbao. Pero no sé muy bien cómo encontré un tercero: Mazinho, que ganó el Mundial 94 con Brasil y supuestamente había jugado también una temporada con el Alavés. De lo primero no tenía duda, lo recordaba en la final contra Italia en aquel equipo en el que también estaban Zinho, Bebeto, Mauro Siva, Aldair, Marcio Santos... Lo segundo me sorprendía un poco pero varias páginas lo confirmaban, entre ellas las wikipedias en inglés y portugués -no la española, pero la entrada del jugador era demasiado breve- y varios blogs. Y aparentemente habían obtenido el dato por vías distintas.

Planteado el problema mis amigos sacaron pronto los dos primeros futbolistas. Pero Mazinho se les resistía. Ayer por la tarde recibí una llamada de mi amigo Manolo: estaba desesperado. Había repasado a fondo las plantillas del Athletic, la Real, el Alavés e incluso el Sestao y el Eibar y no había encontrado ningún candidato. Se rindió y me pidió la respuesta. Se la di, y aunque se mostró extrañado de no haber encontrado el dato, se fio de mí. Pero el que no me fié de mí fui yo y me puse a investigar. Era extraño. En muchas páginas solventes no se citaba el paso del brasileño por el equipo vasco. Ni había rastro del fichaje, que tenía que haber sido sonado. En cambio, me alertó que en la wikipedia portuguesa dijera que había jugado 15 partidos con el Alavés... y otros 15 con el equipo al que se marchó tras su experiencia española y que se llamaba, sospechosamente, el Vitoria. Y ahí descubrí el engaño: alguien había escrito en algún momento que tras su paso por el Elche se había marchado al Vitoria, y otro había traducido a su manera el nombre de ese equipo por el Alavés (que como todo el mundo sabe, juega en Vitoria). Luego el error se había difundido en diveras versiones e idiomas por toda la red.

¿Que moraleja hay que extraer de esto? Internet es una herramienta descomunal que nos ofrece muchísima información y muy buena. Pero hay que contrastarla exhaustivamente: para poner acertijos a nuestros amigos. O para hacer periodismo. Llevo trabajando 12 años en la red y con la red y he oído sobre ella cientos de pronósticos fallidos, profecías incumplidas y frases altisonantes desmentidas con el tiempo. Pero hace una década oí a un tipo decir en el congreso digital de Huesca una sentencia de sentido común que confirmo más y más cada día que pasa: "Del periodismo tendrá que quedar todo". Ha variado el soporte, pero los elementos esenciales permanecen: el rigor, la humildad o la búsqueda de las fuentes originales. Trabajemos en una web, en un periódico, sobre tablillas de arcilla o con un tam-tam.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Los que son de fiar son tus amigos. Menuda hermeroteca.

Anónimo dijo...

¿Para cuándo una "Enciclopedia del fútbol: curiosidades y enigmas del deporte rey" por los doctores Torres y Marín?

Anónimo dijo...

Una enciclopedia online con enlaces de audio para que Manolo y Ber puedan meter alguna de sus mejores imitaciones: No, Roman, no...