La última tierra que pisó Colón antes de avistar América fue ésta donde me hallo ahora: San Sebastián de la Gomera. Un acontecimiento histórico, sin duda, aunque aquí a veces parece que queremos ocultarlo. A parte de unas camisetas que se vendían hace años -no sé ahora- con la leyenda De aquí partió Colón, apenas nada recuerda que aquí el Almirante se aprovisionó de agua y víveres y, probablemente, cortejó por última vez a una mujer -Beatriz de Bobadilla- antes de su gran travesía. O mejor dicho, si hay múltiples referencias colombinas. Pero están francamente mal enfocadas. Un ejemplo: en la placa de una reciente y pequeña escultura al descubridor ubicada en la calle de Enmedio no sé dice que diablos pinta ahí Colón. Pero sí que fue inaugurada por los Reyes.
Otro detalle contribuye a la confusión del visitante: un mapa ya descascarillado en el suelo del paseo marítimo de San Sebastián muestra la supuesta ruta del primer viaje a América. El problema es que la flecha que comunica La Gomera y el nuevo continente pasa lejos de Guanahani, la primera isla que avistaron las carabelas...y va a parar a La Hispaniola, donde arribaron los barcos tiempo después. Pero el remate lo muestro en la foto: la iglesia donde rezó Colón exhibe en su fachada un magnífico mosaico con fecha de 1768. La explicación es sencilla: es la fecha de construcción de la nave lateral del templo, que data del siglo XV. ¿Hacía falta mantener este detalle para que muchos turistas piensen que se les está tomando el pelo?
martes, 4 de septiembre de 2007
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2 comentarios:
De estas tonterías vienen la fama que los gomeros tienen de gomeros, cuando el más tonto hace relojes.
La Gomera es una isla que se vende mal y bastante que nos alegramos los que la queremos bien.
Así seguiremos disfrutándola en privado con sus placas sin mensaje, su ilustre gomero y sus cartas mal barajadas. Quién necesita los datos en esta tierra sin lógica.
Otro ejemplo de placa absurda en la Gomera es la colocada junto al pebetero que hace años acogió la llama olímpica: resulta que en los primeros juegos olímpicos celebrados en Latinoamérica ( más conscretamente, en México), la susodicha antorcha repitió el viaje de Colón, así que hizo escala en La Gomera. Pues bien, la placa reza: "Aquí veló la llama en su camino hacia América" (o algo así). Ni se sabe de qué llama se trata, ni qué diablos iba a hacer a América, ni por qué tenía que velar en La Gomera. Como bien dice una mítica película española "Ni se lo llevó el viento, ni puñetera falta que hacía". Besos
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