sábado, 18 de octubre de 2008

¿Dónde estaba Woody Allen?

Acabo de venir del cine de ver Vicky, Cristina, Barcelona, la última película de Woody Allen. Yo adoro a Woody desde siempre, incluso cuando no sabía que me tenía que gustar para ser un tipo intelectual y amante del humor inteligente, expresión muy querida por quienes tienen en alta estima su humor y su inteligencia. Pero lo que he visto esta noche me ha decepcionado. Unos personajes tópicos envueltos en una trama previsible y resuelta sin la menor gracia. Por lo menos la gente no se reía estruendosamente (¿pero cuándo? debieron poner risas enlatadas) para simular complacencia, como me ha contado mi hermana que sucedió cuando la fue a ver en Madrid. Bueno ni estruendosa ni discretamente. Estábamos unos doce en el cine: uno se rio dos veces en toda la película y el resto, que yo oyera, ninguna.

Hay mejores maneras de gastarse unos euros sin dejar de amar a Woody Allen. Como por ejemplo comprando los dvd de Manhattan, La última noche de Boris Grushenko, Hanna y sus hermanas o incluso Match Point. Se ve que no se puede hacer una genialidad al año. Lo único emocionante, parte de la música. La que era de Albeniz, claro. Así que en vez de dejarles con el trailer de la película les pongo una estupenda interpretación de Granada, de su Suite Española. Salí del cine con esa música en la cabeza y conociéndome sé que no me abandonará en varios días. Si Barricada no lo remedia...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Woody ha hecho muchas películas geniales. Para mí la mejor Delitos y faltas cuya tesis repitió con brillantez en Match point.Pero últimamente está perpetrando cosas bastante prescindibles. Nadie es perfecto.

Anónimo dijo...

La histeria en Spanglish de Pe la salva un poco, si aún les quedan ganas veánla en versión original.

Anónimo dijo...

El error se perdona más fácilmente que el descuido y aquí Woody no se lo ha querido currar. Peli por encargo, publicidad mal disimulada de Oviedo y Barcelona y unos personajes que en cualquier otra de Allen hubieran sido objeto de burla dándonos lecciones de vida. Si uno fuera a ver alguna de sus pelis de vez en cuando, bueno... Pero como diría Manolito, ¡hacerle esto a un cliente"

Anónimo dijo...

Pase que quiera perpetrar el mito de latin lover que ya no se creen ni las suecas; que piense que en Oviedo se baila flamenco y en Barcelona sólo se habla español. ¡¡¡Pero creerse que un escultor que no da un palo al agua se puede permitir semejante casoplón!!! Ay Woody, ¿tres meses en España y no se te ocurrió abrir un periódico?

Anónimo dijo...

Berni, te has olvidado de "sueños de un seductor" obra genial, que siempre consigue arrancarme risas sonoras y no solo sonrisas.

Me acabas de ahorrar la entrada, no estaba muy convencido de ir a verla.

Anónimo dijo...

Un bodrio prescindible que no se cree nadie y como dijo Ruth :
¡¡¡¿¿¿Será posible ir a Oviedo y no tomar unas sidrinas!!!???
Desde luego el Woody se lo podía haber currado un poco mas, solo le disculpo que las 3 zagalas hacían entretenida la visión de film.
SAludos

Anónimo dijo...

Menos mal que no convirtieron a Javier Bardem en un torero, como era la pretensión inicial...y puestos a que cualquier parecido con la realidad sea pura coincidencia, que el pintor bohemio viaje de Barcelona a Oviedo en avioneta, en vez de cogerse el Alsa como todo el mundo clama al cielo...