jueves, 16 de octubre de 2008

¿Y tú le tienes miedo al avión?

He visto este vídeo en la grandísima bitácora de mi amigo Chiqui (felicidades por el ascenso, por cierto). Es una imagen fija que muestra el tráfico aéreo en todo el mundo durante un día. Sí, cada puntito que se mueve es un avión. A destacar el flujo casi permanente de aeronaves desde Europa a Norteamérica y lo relativamente vacíos de aparatos que están los cielos africanos. Después de ver semejante enjambre de luces y considerando que es rarísimo que una se apague -se estrelle- uno comprende lo seguro que es volar.

Otra vez por cierto, y aunque no viene a cuento, esto de las lucecitas que se apagan me recuerda una de mis escenas favoritas de la historia del cine. Harry Lime (Orson Wells) ironiza sobre la banalidad de la vida humana desde lo alto de la noria de Viena en El tercer hombre. "¿Si te ofreciera 20.000 libras por cada puntito [los seres humanos vistos desde arriba] que se parara, ¿realmente me dirías que me guardase mi dinero, muchacho, o empezarías a calcular cuántos puntitos podrías permitirte dejar con vida?" le pregunta a su amigo -hasta ese día- Holly Martins (Joseph Cotten).

Y un último por cierto: ¿Cómo carajo han conseguido estas imágenes?

4 comentarios:

Paul dijo...

Yo le he perdido el miedo al avión a base de respiración, homeopatía y aumentar la frecuencia de mis viajes.

Anónimo dijo...

Yo desde que volví de Madrid el 8 de agosto de este año en un MD-82 de Spanair, y 10 días después pasó lo que pasó. Acojonado me hallo desde entonces, y no es broma, cuando pienso que ya nunca sabré si se trataba del mismo avión.

Anónimo dijo...

Es más probable morir de un resbalón en la bañera que en un accidente de avión. Aunque vale que lo primero es menos espectacular, y no sales en la tele a no ser que seas Carmina Ordóñez...

Anónimo dijo...

Pues yo seré un incosciente, porque ni siquiera pienso en ello cuando subo a un "parato" de esos. Dos días despues del accidente tomé un vuelo con destino a fuerteventura, despegamos por la misma pista del accidente y desde la ventanilla pude ver la zona incendiada. Había un ambiente extraño entre los pasajeros, se oía el ruido del silencio. Cuando el avión se suspendia en el aire, un niño de unos 7 años dijo en voz alta: "vamos a morir". Lo siguiente fueron risas nerviosas y el comentario, en murmullo, de mi acompañante trasero "me cagüen en el puto niño de los cojones". Como digo, seré algo incosciente porque ni lo pienso.
Por cierto, ¿alguien ha pensado en que harán los pilotos en la cabina? hoy encontré un articulo en el periódico sobre un conductor de metro, un travestí, y un trabajito oral en la cabina. No tiene desperdicio.