martes, 25 de septiembre de 2007

¿Quén inventó...? Los imanes de la nevera

Una de las mejores cosas que tiene Internet es que siempre te da una respuesta para cualquier cosa. No necesariamente cierta, pero al menos tus preguntas no caen en el vacío. Llevaba unos día pensando que a quién carajo se le ocurrió inventar los imanes para pegar en la nevera, porque cuando yo era pequeño no existían. No recuerdo cuándo vi el primero -sí, en cambio, puedo evocar la sopresa que me produjo ver por primera vez colores en un televisor-. Supongo que sería en casa de mi primo Andrés Padilla, a donde llegaba siempre todo primero -el vídeo, los kiwis, la cámara Polaroid. Lo cierto es que un día estaban ahí, en todas las cocinas. Y desde entonces no han hecho más que diversificarse y multiplicarse.

La Wikipedia inglesa cuenta que la primera patente de esta genialidad (cuando más sencillo es un invento, más admiro a su creador) la registró un tal William Zimmerman, de Sant Louis, Misuri, a principios de los 70. Ninguna otra página le disputa la paternidad así que por incomparecencia del rival le otorgamos el mérito. Por la Wikipedia nos enteramos también de que estos cachivaches han sido doblados para que los polos norte y sur coincidan en la misma superficie (es cierto, incluso los más planos no pegan por el otro lado). Grande el tal Zimmerman. Merecería un "Qué fue dé". ¿Se haría millonario con el invento?

Los imanes son decorativos y algunos incluso útiles, como aquellos que incluyen la lista de la compra, o los que hacen de sacacorchos. Pero sobre todo me gustan por su función de vitrina de la memoria. En ellos encuentro pedazos de recuerdos de muchos viajes -las rutas quetzales a Ecuador, Panamá o México, la visita a Roma para la elección del Papa- y de muchos amigos -de Ruth, de Alfredo, de Lourdes, tan aficionados a estos souvenirs. Los imanes dicen mucho del dueño de una casa . Y tienen tanto poder de evocación como las fotos viejas que guardábamos en una caja de cartón bajo la cama. Basta con fijarse al ir a la nevera a por unas aceitunas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Los imanes de la nevera y los adornos del coche dicen más de una persona que su ADN. Algunos de los segundos como el tristemente célebre "No corras Papá" o el "No me toques el pito que me irrito" deberían restar puntos.
De igual manera, las frases del tipo "Si somos los que comemeos, yo soy rápida, fácil y barata" tendrían que desaparecer de cualquier frigorífico digno. William Zimmerman no se estrujó el majín pa esto, chicos.

Anónimo dijo...

Mi madre apunta en la nevera todas aquellas cosas que tiene que hacer durante la semana. Cuando empez� a anotar tambi�n los programas y pel�culas que quer�a ver sufrimos algunos sustos.
Unas Navidades al llegar a casa descubrimos que entre los proyectos de la viejita para el martes 27 estaba �Salir del armario!

Anónimo dijo...

¿Quién inventó los post-it? ¿Y las tiritas? ¿Y los tampax? ¿Y el wonderbra? ¿Para cuándo un monumento al inventor desconocido? Ay, señor, cuánto genio suelto y qué poco reconocimiento...

Anónimo dijo...

¿Y el Pato WC? ¿Y las tiritas para negros? Yo al inventor del wonderbra no lo conozco pero le estoy tan agradecida...

Anónimo dijo...

jeje interesante. Ahora ya existen los imanes personalizados, entrar en http://www.presentpics.com