Me encantan las esquelas, como me encantan lápidas de los cementerios. Unas y otras contienen a veces historias estupendas. Las mejores, es bien sabido, se publican en ABC y, a nivel local, en El Día de Tenerife. Ésta (pinchen en ella para ampliar) apareció en EL PAÍS el sábado y no tiene desperdicio. Que envidia me da el tal Violante (vaya nombre, sólo conocía a otro de un soneto de Quevedo). No porque se haya muerto, sino por la vida que tuvo. Se murió con 95 años, con su mujer, que responde al insólito nombre de Flérida, a su lado. Con el respeto y el cariño de todos los suyos, incluido su hija (o hijo) Seditas, pese al nombre que le puso. Un tipo irrepetible, dedicado o cariñoso, según a quien le preguntaras. Sólo falta esa frase tan bonita, cuando está puesta con el corazón, de "pasó haciendo el bien". Pero lo mejor de todo, se queda para el final, esa especie de eslogan con que le animan a enfrentarse al otro barrio: "¡Tira para adelante, Violante!". Así da gusto morirse.
miércoles, 23 de enero de 2008
¡Tira para adelante, Violante!
Me encantan las esquelas, como me encantan lápidas de los cementerios. Unas y otras contienen a veces historias estupendas. Las mejores, es bien sabido, se publican en ABC y, a nivel local, en El Día de Tenerife. Ésta (pinchen en ella para ampliar) apareció en EL PAÍS el sábado y no tiene desperdicio. Que envidia me da el tal Violante (vaya nombre, sólo conocía a otro de un soneto de Quevedo). No porque se haya muerto, sino por la vida que tuvo. Se murió con 95 años, con su mujer, que responde al insólito nombre de Flérida, a su lado. Con el respeto y el cariño de todos los suyos, incluido su hija (o hijo) Seditas, pese al nombre que le puso. Un tipo irrepetible, dedicado o cariñoso, según a quien le preguntaras. Sólo falta esa frase tan bonita, cuando está puesta con el corazón, de "pasó haciendo el bien". Pero lo mejor de todo, se queda para el final, esa especie de eslogan con que le animan a enfrentarse al otro barrio: "¡Tira para adelante, Violante!". Así da gusto morirse.
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8 comentarios:
¿estás seguro de que el soneto de Violante es de Quevedo? La esquela rebosa ternura y cariño por el difunto Violante. Nada que ver con aquella otra, aparecida hace años en uno de los periódicos que citas, en la que los hermanos del difunto (que era soltero al parecer)aparecían divididos en dos grupos: D. ..... heredero universal y sus desconsolados hermanos ........., uno de los cuales era sin duda el autor de la ingeniosa esquela.
Pues tiene razón el anónimo comentarista: el soneto es de Lope de Vega. Que conste la fe de erratas.
No pasa nada, yo pensé que era de Garcilaso.
Lo peor es que anónimo me robó la anécdota. A ver si renovamos el repertorio en esta familia.
A mí me gustan mucho los epitafios, inventados o no (creo que el célebre de Groucho Marx es apócrifo). Mi favorito: "I wish you were here."
Macabro y mordaz como la propia muerte.
Hay temas que nunca pasan de moda. Y si no que se lo digan a los editores de la revista adiós: http://www.revistaadios.es/.
Que se anuncia como la única publicación española que trata exclusivamente sobre la muerte en todas sus facetas.
¡Menudos juerguistas!
Otro epitafio genial y archiconocido de Groucho Marx es el de "Perdonen que no me levante". Por cierto, espero que su "inseparable" viuda no lo sea e el sentido literal de la palabra ahora que el muerto se va al hoyo. Flérida, ahora te puedes tomar un "break"...
Ya por ponernos macabras el último post anónimo me recuerda a un artículo sobre dos siamesas que desgraciadamente fallecieron en el intento de ser separadas.
Decía el periodista días antes de la operación que pese a la condena que suponía vivir pegadas, las dos hermanas tenían mucho sentido del humor, se llevaban muy bien y eran inseparables.
El cirujano llegó a la misma conclusión.
Insisto, creo que el epitafio de Groucho Marx es apócrifo (es decir falso). Pero como dicen los italianos: Se non é vero, é ben trovato.
Tengo que aclarar un detalle: el famosísimo epitafio de Groucho Marx en el que pid3e disculpas por no levantarse es, en efecto, apócrifo. En cambio, alguien lo ha encontrado en el cementerio de Las Palmas, lo ha fotografiado y lo ha mandado a un concurso de epitafios que ha convocado RNE en el programa de los fines de semana "No es un día cualquiera" dirigido por Pepa Fernández. Esta sección del programa la lleva Nieves Compostrina y se llama "El acabose". Suele ser el sábado entre las doce y las doce y cuarto, hora canaria. La aconsejo vivamente porque es muy divertida.
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