viernes, 9 de enero de 2009

Paleto meteorólgico

Decía Julio Llamazares en un reciente artículo en EL PAÍS que el paleto de campo que se quedaba abobado mirando los edificios de la Gran Vía ha sido sustituido por el paleto de ciudad que se acerca a una granja vestido de Coronel Tapioca y pregunta si se puede tocar la vaca. Yo no soy ni una cosa ni otra, porque he crecido en la ciudad pero he vivido lo suficente en Busto de Bureba y en Tejina como para distinguir una cabra de una oveja. Pero lo que sí soy es un paleto meteorológico y me quedo con la boca abierta cuando veo una nevada como la que ha caído hoy en Madrid. Llevo 17 años fuera de Canarias pero en la infancia es cuando uno se hace a la idea de lo que es normal y lo que es extraordinario y hasta los 20 años no vi caer los copos del cielo.

Mi amiga Ana, que sabe de ésta mi debilidad, me ha mandado un mensaje que dice: "lo estarás disfrutando". Pues sí, lo estoy disfrutando tanto que me he dado un largo paseo desafiando una posible pulmonía. Ah, la música de fondo del vídeo -ya sé que las vistas de mi casa no valen un pimiento, es interior y hay que pintar los patios- es la más apropiada para este día: el segundo movimiento -largo y no adagio como puse antes- del Invierno de Las Cuatro Estaciones de Vivaldi.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues yo hoy he comprobado que los madrileños son tan paletos ante la nieve como los canarios... Ellos tampoco están acostumbrados, o eso o lo de tirarse bolitas y descojonarse es el nuevo deporte de moda ante el fracaso del Madrid.

Anónimo dijo...

¿Y una manita de pintura al patio de luces, Ber?

Anónimo dijo...

¡Llamen a Derk, coño!