viernes, 29 de mayo de 2009

Un amigo recuperado

Lo primero que quiero hacer hoy es agradecer a mis lectores sus amables comentarios sobre mi último post. Es muy gratificante saber que hay alguien ahí cuando escribes algo y que les divierte, les interesa o les emociona las bobadas que aparecen en este blog. Dicho esto: hoy voy a hablar de un amigo al que no veo hace diez años pero del que he vuelto a tener noticias gracias a Internet.

Jorge Hernández Galván -Jorge Galván, para mí- fue un excelente compañero de colegio en el Hispano Británico. Era repetidor y luego repitió más veces. Muchas madres de chicos que repetían curso aseguraban que el problema de sus hijos era que en realidad eran unos genios incomprendidos. Se consolaban con la leyenda de Einstein, supuestamente fracasado en las matemáticas escolares. Creo que en la mayor parte de los casos, dicha reflexión era eso, un consuelo. En el caso de Jorge, no. Jorge Galván era un puñetero genio, como podía entender cualquier que lo conociera cinco minutos. Era, y seguro que es, simpático, divertido, culto y sobre todo extremadamente ingenioso. Un portento al que seguramente le aburrían las cosas que enseñaban en el colegio y que encontraba más estimulante leer a Miguel Hernández o escuchar a Les Luthiers.

Jorge escribía -y seguramente escribe- unas poesías estupendas. Imitaba a las gaviotas. Contaba e inventaba chistes geniales y ponía motes bondadosos a todo el mundo: a mí me bautizó Berni Laró en unos campeonatos de atletismo que disputamos contra 7º B e inventó una rima antes de que me tocará participar en la prueba de salto de longitud: "Decían de un Berni Laró, que un día tres metros saltó...". Salté tres metros y medio y ganamos la prueba. También escribía unas cartas de amor magníficas a nuestras compañeras en una edad de la vida en la que el romanticismo está mal visto. La última vez que lo vi -tan flaco y tan simpático como siempre- salía con Carmen, una chica estupenda de mi instituto. Espero que se haya casado con ella.

Puesfijate que el otro día, en el grupo de Facebook que tenemos los antiguos alumnos de mi clase en el Hispano me comentaron que Jorque forma parte de un grupo de humor canario llamado Chigüesque. Entré en Youtube a buscarlo y encontré esta perla: en el vídeo es el que hace de aparcacoches. Realmente es un trabajo hecho a su medida. Jorgito, llevo mucho tiempo sin verte pero a Dios pongo por testigo que cuando vuelva a Tenerife nos tomamos unos gin tonics y me cuentas todo esto. Me voy a reír un montón, eso seguro.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

El vídeo está genial. Sobre todo, los modernos métodos de enseñanza a distancia, y el atrezzo del colega. Enhorabuena, Chigüesque!

Anónimo dijo...

Jorge Galván, Qué recuerdos! A mí me parecía una pesona de lo más original pero lo traté muy poco. El vídeo no tiene pèrdida. Esta gente que hace humor tan desternillante podría sustituír a ratos a esas bobadas que por repetidas (de tv, hablo)lo único que te provocan es bostezos

Anónimo dijo...

Sí,mil veces mejor esto que la hora de José Mota, que duraría una hora, pero se hacía eterna...

Anónimo dijo...

Recuerdo que una vez me dijo que él llegaría a alcalde, porque era tierno y Galván. ¡Si hará tiempo de eso! Yo era pequeña y mi hermano tenía muchos amigos pero esa frase se me quedó grabada (en parte, supongo, porque no la etendí).

Me alegro de que le vaya bien, y de que haga lo que le gusta, que es mucho mejor que ser alcalde.

Anónimo dijo...

Jorge Galván, ereh el mah grande!