miércoles, 9 de julio de 2008

Uno, dos, cuatro, cinco, ocho...

A Puesfijate le gustan las matemáticas, ya hemos hablado de ello otros días. Son una ciencia preciosa y su vertiente recreativa me ha proporcionado algunos momentos extremadamente felices. Pues bien, aunque todos sabemos que hace una semana concluyó la Eurocopa en Austria y Suiza y que dentro de un mes arrancan los Juegos Olímpicos en Pekín, pocos saben que en unos días se disputan en Madrid, y por primera vez en España, la Olimpiada Matemática Internacional. Un certamen anual que enfrenta a algunos de los más jóvenes y brillantes cerebros del mundo. Estaremos atentos. De momento constato que los organizadores han caído en un error muy extendido: Olimpiada no era para los griegos el nombre de la competición, de los juegos, sino justamente los cuatro años que pasaban entre unos y otros. Qué le vamos a hacer, son de ciencias... :-)

Le propongo un juego. El pasado jueves cayó en mis manos un problema de matemáticas, o casi mejor, de lógica. Aparentemente no era muy complicado pero no lo resolví hasta el domingo por la noche. Cuatro días después. Naturalmente, no he empleado todo el tiempo en intentar solucionarlo. Sólo los ratos libres, cuando uno se aburre, cuando te metes a la cama y no sabe en qué pensar, cuando se acaba el periódico que uno va leyendo en el metro. Y es que estos problemillas tienen la virtud de entretener cualquier rato libre. Además, oxigenan la mente y proporcionan un pequeño orgasmo mental cuando los solucionamos.

Para solucionar el problema daré una pista. Los muy valientes pueden intentar resolverlo sin leerla. Advierto que yo la sabía desde el principio. Problema: ¿Qué número sigue a la serie siguiente? Uno, dos, cuatro, cinco, ocho, mil. Pista: (¡No siga leyendo si no quiere enterarse, aunque es mejor saberla porque si no es muy difícil!): los números están escritos en castellano. Espero sus respuestas, en unos días doy la solución.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Como sabes, tengo profundamente dañada la parte del cerebro que se ocupa de las matemáticas y el desarrollo de sistemas en general, como hiperdesarrollados tengo los neurotransmisores que dan pie al pesamiento creativo. La culpa de lo primero la tiene Darwin y (con la perspectiva del tiempo ahora lo sé) años y años de profesores cansados y alcohólicos que no daban un duro por sí mismos ni por lo que explicaban. No sé cuál es el resultado del acertijo; he probado a ver si tiene relación con algún tipo de secuencia alfabética, como en los libros de claves,pero enseguida he desistido. ¿Ves? Todo lo convierto en letras.

Anónimo dijo...

oye llevo casi 1 semana intentando resolverlo, pero nada, podrias dar la solución no? pica la curiosidad

Puesfijate dijo...

La solución está en el post del 21 de julio pero la doy de todas maneras. La secuencia indica los números ordenados de menor a mayor que no contienen en su grafía en castellano la letra "e". El uno no la tiene, ni el dos, ni el cuatro, ni el cinco, ni el ocho... y luego ya nos vamos al mil, porque entre medias todos la contienen. La solución, pues, sería el 1001. O si lo prefieren, el miluno.

Anónimo dijo...

es verdad! no habia kaido jeje
gracias