jueves, 4 de septiembre de 2008

Gracias por la noticia

He vuelto de vacaciones. En realidad sólo me he ido una semana pero he aprovechado para escaquearme un poco del blog. Nueve días (dos fines de semana, y los días de enmedio) dan para mucho: me hecho dos etapas del camino de Santiago, he jugado múltiples partidas de cartas y de rana, me dado algunos baños en la piscina, he estado en al menos cuatro verbenas de pueblo, me he subido cinco días de paseo al monte, he dormido muchas siestas y me he leído la segunda parte de El Quijote y un librito titulado Una lectora nada común, de Alan Bennett, que recomiendo. Unas vacaciones sanas y baratas en el pueblo que tienen truco: si está mamá cerca y además hace mucho que no te ve no dejará ni que te hagas la cama. No tengo el menor cargo de conciencia por ello.

De vuelta del Paraíso -prometo escribir pronto del camino de Santiago- me he topado con una de esas noticias en realidad intrascendentes pero que se convierten en unos minutos en la más leídas en los medios digitales. El ex presidente del Gobierno español, José María Aznar, ha desmentido ser el padre de la criatura que espera la bella ministra de Justicia francesa, Rachida Dati, tal y como afirma una web marroquí y rebotaban algunos medios de dudosa credibilidad.

Un medio serio no debería dar una información que provenga de semejantes fuentes. Así que durante horas en las redacciones de los periódicos, radios y digitales sólo se hablaba de una historia que no podíamos dar a nuestros lectores. Pero hete aquí que el propio Aznar vino a darnos la excusa perfecta para poder contar la noticia: sacó un comunicado desmintiendo lo que sólo un puñado de medios muy minoritarios decían. Y entonces el rumor -la supuesta paternidad- se convirtió en elemento imprescindible para comprender la noticia -el desmentido.

No es la primera vez que con un comunicado Aznar consigue que lo medios aireen un rumor sobre su persona que hasta entonces sólo se conocía en determinados círculos. También salió al paso, hace unos meses, de comentarios sobre su supuesta separación de Ana Botella. No parece que sea el mejor medio para acallar un bulo. Pero los periodistas, que necesitamos público, agradecemos el gesto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bienhallado de nuevo, amigo. Bien, como todo el mundo sabe, Aznar miente y es el padre de la criatura, tanto como Carlos Iturgáiz lo fue del retoño de María del Mar Blanco. Tanto se cae de maduro el asunto que no tengo más que añadir.

Sobre esas verbenas del averno que te pegas, yo sólo recuerdo haber ido contigo y con El Negro a una, nada menos que en la localidad bellísima de Las Heras, con sus orquestas de salsa, sus viejecitas sentadas vigilando a sus hijas, sus calles nominadas con letras en lugar de con nombres comunes o propios, y sus borrachos faltones mirándonos mal a los de ciudad al creer que queríamos "quitarles lo suyo" (de "lo suyo" hay dos versiones: ramilletes de bellezas, según los pregones, y chuchos impracticables según cualquier hombre en posesión del graduado escolar). Qué gustazo haber vivido para contarlo.

Anónimo dijo...

Sin non e vero e bien trovato.

Anónimo dijo...

No, hija, no es un invento. Ya quisiera yo. Pregúntale a Berni.