miércoles, 26 de noviembre de 2008

El momento de las golondrinas

A los lectores habituales de EL PAÍS (y de ELPAÍS.com) les será familiar la firma de Enric González. Corresponsal en Nueva York y Roma durante muchos años escribe ahora en las secciones de televisión y de domingo y, para delicia de su multitud de seguidores, salpica otras páginas, como las de deportes con sus historias originales, agudas y -lo que es muy de agradecer con los tiempos que corren- nada sectarias. Unos artículos, como los de Patxo Unzueta o los de Fernando Savater, ideales para arrancar la lectura del periódico o, lo que es aún más placentero, dejar para el final. Como esos postres a los que te da pena meter la cucharilla porque no quieres que se acaben tan pronto.

El domingo Enric me sorprendió con uno de esos artículos. El momento de las golondrinas contaba la historia de Adriana Faranda, una terrorista de las Brigadas Rojas italianas que participó en el secuestro y asesinato del político democristiano Aldo Moro a finales de los 70. Ahora repudia la violencia, es amiga de la hija de Moro y vive de alquiler porque vendió su casa y entregó el dinero a Cáritas para que lo distribuyera entre las víctimas del terrorismo. ¿En qué momento esta sanguinaria activista se convirtió en un personaje de Frank Capra? Cuenta el articulista que un día, vigilando a los policías que escoltaban al político para preparar el crimen, Faranda vio cómo los agentes se fijaban en una bandada de golondrinas que surcaba el cielo de Roma. Y le surgió la duda.

Nuestra existencia está llena de puntos de inflexión como ese, no necesariamente tan dramáticos, que tienden a fijarse muy bien en nuestra memoria. Mucha gente recuerda el momento exacto en que empezó a cuestionarse si realmente amaba a su pareja o el instante en que le que surgieron dudas sobre si debería seguir en aquel trabajo. Las cosas no cambian de un día para otro pero es verdad que tras un periodo confuso los grises dan lugar un instante de luz, un relámpago. La caída del caballo de San Pablo camino de Damasco. En cierta forma, cualquier vida puede contarse como una sucesión de cambios de rumbo.

Mi escena favorita del cine narra precisamente uno de esos puntos de inflexión. Y, por casualidad, volví a verla unas horas después de leer el artículo de EL PAÍS. Michael Corleone se entera de que su padre, El Padrino, ha sido tiroteado en las calles de Nueva York. Quizá ese fuera el momento. Quizá cuando le salva la vida haciéndose pasar por pistolero a las puertas del hospital. Quizá, y me inclino más por ese momento, cuando es golpeado groseramente por el capitán de policía McCluskey por fuera de la clínica. Lo cierto es que hay un instante en el que el educado y pacífico Michael, héroe de guerra, siente la llamada de la sangre y decide convertirse en un mafioso despidado. En una emboscada maquiavélica le pega sendos a tiros al jefe policial y a Virgil El Turco Sollozo. Un momento de las golondrinas, pero al revés. La conversión de un hombre al lado oscuro de la fuerza.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿En qué momento Jiménez Losantos descubrió lo perverso del marxismo leninismo prochino y se dió cuenta de que la verdad estaba en el centro derecha (por decir algo)? ¿Y Pío Moa? ¿Y César Alonso de los Ríos?
¿Sabéis que Jorge Fernández, el diputado del PP impulsor de la placa de Sor Maravillas en el Congreso, era conocido hace años por su vida disoluta y costumbres libertinas? ¿Y que Enric Sopena era del Opus?
Berni, esto da para escribir un libro. Se podría llamar : "El día que vi la luz".

Unknown dijo...

Excelente entrada, Roman. Enric González, como bien sabes, es uno de mis héroes. Con respecto a El Padrino, creo que está ya todo dicho. El despliegue de recursos de Pacino en la primera y la segunda parte es descomunal. En la segunda parte NO PESTAÑEA. Yo más que un paso al lado oscuro de la fuerza, lo veo como tomar la única decisión posible. Su padre, Vito Andolini, treinta y pico años antes hizo también lo único que podía hacer.

Anónimo dijo...

Muy bueno, Berni.

Anónimo dijo...

gran post piti http://www.vicentedepablo.com/Momentos-de-cambio-Al-Pacino-y-el-momento-de-las-golondrinas-en-puesfijate.com/