miércoles, 25 de julio de 2007

Los primeros dopados de la historia


Hoy nos hemos merendado con la noticia triste del positivo del ciclista Alexander Vinokurov en el Tour. El ciclismo se va para el carajo, víctima de sus propias contradicciones. Se dopen o no, sus protagonistas son tipos que realizan proezas absolutamente insanas. Luchar por ser el primero en subir cinco puertos en los Alpes es como disputar un campeonato de comer perritos calientes. Una insensatez que yo no prohibiría, porque soy partidario de prohibir pocas cosas, pero que al menos no fomentaría y menos aplaudiría. Cuando el exaltado locutor de turno loa la gesta del tipo que ha subido como un tiro el Alpe d'Huez se olvida de que en cada una de sus 21 "míticas" curvas ha perdido tres meses de vida. Mejor dedicarse a otro tipo de curvas que por lo menos le dejan a uno con una sonrisa.

Me cuesta, con todo, criticar a los ciclistas, incluso a los que se dopan. Primero porque creo que si no lo hicieran no podrían competir a ese ritmo: todos lo hacen y ganan aquellos a los que menos se les nota. Y segundo porque soy de su misma generación y tenemos una educación sentimental común... que idolatró a los pioneros de la trampa química. Sí amigos, de niños todos soñamos con ser como aquellos simpáticos galos de la aldea sitiada. Unos valientes luchadores que en el fondo no eran más que un puñado de drogadictos enganchados a la poción mágica. Y eso me hace particularmente indulgente con esa práctica fraudulenta.

Panoramix era el Eufemiano Fuentes de la Edad Antigua. Astérix, un mequetrefe que no aguantaba dos sopapos sin la farlopa mágica. Y Obélix un pobre dopado de por vida. Tipo el guitarrista de los Rolling, pero en gordo. Se alegará que empleaban la droga por motivos defensivos. Pero a los Juegos Olímpicos de Atenas se llevaron la marmita y allí protagonizaron el primer positivo de la historia del deporte. Consideraciones morales al margen, sus historietas son estupendas. Pero reconozcámoslo: sin la poción se convertían en un grupo de perfectos mierdas. De épicos resistentes pasaban a ser, como mucho, simpáticos borrachuzos de pueblo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

No me justifiques lo injustificable, aunque sea a través de una comparación tan bonita. Asterix es un cuento, Vinokurov un tramposo. VIK

Anónimo dijo...

Soy una absoluta ignorante en materia deportiva,pero después de leer el blog una duda me carcome: El gran Induráin, ejemplo de entrega, honestidad y pundonor, espejo en el que se han mirado generaciones de españoles, orgullo patrio, crisol de la raza ibera... también se dopaba?
Dios mío, después de conocer cómo se las gasta Mikiki, y de enterarme de que Alfrico lleva una doble vida y pasea por Roma sin que Concha lo vea, esto es más que lo que mi frágil corazón puede soportar. Voy a ver si me meto un chute de algo para que se me pase el sofocón...

Unknown dijo...

Entrevista del añorado Supergarcía a Miguel Induráin:

S.G: ¿Miguel, qué te parecen los casos de dopaje que se han publicado últimamente?.

M.I.: OTRO TEMA

S.G: Miguel, me dejas de piedra, imagino que los oyentes querrán saber...

M.I: (Interrumpiendo al Súper). OTRO TEMA

Pues eso, OTRO TEMA, que el que esté libre de culpa tire la primera piedra. ¿Quién coño aguanta tres semanas rodando más de 200 km al día sin "ayuda"?. No se puede hablar de tramposos, sino de cínicos, ¿o es que nadie se ha preguntado cómo Lance Armstrong pasó de ser un armario segundón en clásicas, a un fibroso todoterreno ganador en cualquier circunstancia?.
Bea, seguiremos derribando todos los mitos de los 80-90. Propongo un capítulo sobre el famoso España - Malta de 1983, o sobre la pifia de Arconada en la final de la Euro 84.

Anónimo dijo...

Paso porque Indurain se cayera en una pila de anfetas en los días previos a cada tour, eso explicaría su careto y gracia natural. Pero el 12-1, que en realidad fue 13-1 (¿quién se acuerda de Maceda?), es tan sagrado como la pensión no contributiva de Fofito. Algunos temas son intocables, o, por lo menos, exclusivos de la portada del jueves.

PD: lanzo aquí la sabia pregunta que, a modo de artículo publicó una revista: "¿Por qué los tenistas son guapos y los ciclistas feos? Y que haya gente que todavía se preocupe por el hambre del mundo...

Anónimo dijo...

La apología de las drogas se cebó sobre nuestra generación. ¿Qué eran las espinacas de Popeye sino un compendio de anfetas y esteroides? ¿Y el pillín de Súper Ratón, recordando que nos mineralizáramos y supervitaminizáramos? De ahí al "A colocarse" de Tierno, hay sólo un paso.
Y no hablo de la pederastia de Don Pimpón porque Berni me censura.

Anónimo dijo...

Berni, soy Lobo. Lolo me habló de tu blog y, ni corto ni perezoso, aquí me tienes incursionado en él.
Al respecto de toda esta basura, para los no iniciados, como decía mi añorado "Súper", recuerdo a la concurrencia, o informo al que no lo sepa, que un brillante ciclista suizo, de nombre Urs Zimmermann, y 3º en el Tour del 86´, se retiró del ciclismo al año siguiente, a la edad de 30 años, con las siguientes palabras a guisa de epitafio deportivo: "Me voy porque no aguanto más sin meterme nada".
También nuestro idolatrado Perico, al ser trincado "in fraganti" en el Tour del 88´, declaró: "Yo estoy muy tranquilo con lo que he tomado" (por cierto, lo que había tomado, por lo que había dado positivo, entre otras docenas de sustancias, se llamaba "Probenecid", y era una droga al borde del Reglamento, que creo se había legalizado el año anterior. Ya ves lo fino que se hila con esto).
Como dice el refrán, "a buen entendedor, pocas palabras bastan".
Lo que parece mentira es que, a estas alturas, y más de dos décadas después, se siga con la misma hipocresía e idéntica demagogia, alabando a voz en grito las proezas de unos tipos que están de mierda hasta las cejas (lamentable, en este sentido, los comentarios televisivos del penoso Carlos de Andrés, que lleva más de 15 años comentando ciclismo cuando lo más redondo que ha visto es una caja de zapatos); ojo, no se me entienda mal, que tan culpable es quien se dopa como quien lo dopa. Todos son culpables, del primero al último.
Los que hemos practicado deporte toda la vida, aunque sea a nivel aficionado, sabemos de que va todo esto, pero ya se sabe que lo que prima, o más bien, lo único que importa en este cochino mundo de mierda que nos ha tocado vivir, es el puto dinero, el mayor cáncer de la historia de la Humanidad. Y como son los intereses económicos los que mueven todo, el Deporte profesional por encima de casi todo lo demás, pasa lo que pasa, que todo vale.

En fin, perdón por el rollo petulante y un abrazo a los entrañables Lolo y Berni.

Anónimo dijo...

A propósito, no me cabe ninguna duda de que el España-Malta fue totalmente limpio, baste recordar al respecto algunos resultados más recientes acaecidos en partidos de fases de clasificación, a saber: España-Austria (9-0, en 1.997), España-Albania (9-0 también, un par de años antes)o, sin ir más lejos, el San Marino-Alemania (0-13, este mismo año).

Tengo el partido grabado (el 12-1, se entiende), y los malteses, salvo 2 ó 3, eran rematadamente malos.
Tampoco olvidemos que Australia derrotó a Samoa 31-0 en partido clasificatorio para el Mundial de Alemania.
De lo que sí tengo serias dudas es de las actuaciones del siniestro Luis M. Arconada, no sólo por la espeluznante "cantada" de la final de la Eurocopa del 84´ ante Francia, sino desde el Mundial del 82´, donde dos despejes suyos hacia el centro del área supusieron sendos goles decisivos para el fracaso de España, ante Irlanda del Norte y Alemania Federal, respectivamente.
Los psicópatas del Deporte como yo tal vez recuerden los episodios comentados.
En su día se insinuó que el amigo podía estar amenazado por la E.T.A., aunque esto nunca se confirmó, y se retiró a los 30 años, edad realmente inusual para un portero, y más de su supuesta calidad.

Otro abrazo.

El Lobo.

Puesfijate dijo...

Lobo, gracias por tu colaboración. Espero, como ya le he dicho al Jebi y a Manolo, vuestra ayuda, no sólo con comentarios, sino también enviando posts.

Un abrazo