Vamos a dejar de hablar de las elecciones poco a poco. Así que hoy incluyo este vídeo delirante que aúna las dos noticias de los últimos días: los comicios y la elección de Rodolfo Chikilicuatre como candidato español en Eurovisión. De hecho hasta bien avanzada la noche del domingo lo más leído en los medios digitales españoles no era el desarrollo de la votación ni los coletazos del terrible atentado de ETA. Era la elección de este esperpento para representarnos en un certamen que constituía un acontecimiento extraordinario cuando éramos niños.
De la conversión de este fiesta, hortera pero entreñable, en un baile de monstruos por un mal entendido sentido de la democracia -que consiste en sacarle el dinero a la gente con los sms- ya hablamos hace tiempo. Ahora, a cuenta de esta gansada, Enric González ironiza sobre la perversión de la palabra friki. Coincido con él en todo lo que cuenta, incluso en que Rafaela Carrá está muy bien conservada. Otro ídolo erótico de nuestra infancia. Quizá por ella nos gusten tanto las italianas.
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5 comentarios:
One of us, one of us,
Gooble, gobble, gooble, gobble,
We accept her, we accept her,
One of us, one of us.
Freaks (Tod Browning, 1932)
excelente vídeo!!
gracias ber!
Desde mi provecta edad, no veo en fenómenos como el de chiquilicuatre otra cosa que una señal de impotencia de una cultura decadente. Perdón por la pedantería
De pedante nada. El frikismo debería seguir siendo un reducto aislado de bigotillos y espinillos en vez de esta puñetera moda milenarista y legataria de los 90 por la que parece que hay que celebrar lo peor de cualquier cosa, porque si no no sabes divertirte. Además, ¿de quién nos vamos a reír ahora los españoles decentes? ¿Eh? ¿De quién? A leer, cuyons, a leer!
-Coño, publicidad de un puti de Bangkok. Váyase a la mierda, oiga. (oído a un peninsular maduro, y bastante borracho, tras recibir una papeleta de publicidad gratuita en la calle Castillo).
Dice Rafaela que su música levanta el ánimo y que pa eso está. Si el brikindance y el maiquelyason consiguen el mismo efecto, pues bienvenido sea, ¿no?. Lo malo es que entre el pavo, el pollo y el viejito patético, la competencia va a ser dura.
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