Hace un año hablábamos aquí del desfile del 14 de julio en Francia, en el que echamos de menos a los poilus. Los poilus, literalmente, los peludos, es como llaman en el país vecino a los veteranos de la I Guerra Mundial. El motivo de su ausencia era evidente: en ese momento sólo quedaban dos con vida y ambos superaban los 108 años. Los dos han muerto en los últimos meses, la noticia del fallecimiento de Lazare Ponticelli, el último superviviente, saltó a las portadas de todos los medios del mundo porque se le despidió con honores de Estado.
Sentí mucho ambas muertes. Sobre todo la de Ponticelli, a quien intenté entrevistar infructuosamente en sus últimos meses de vida. Cuando recibí la noticia de su muerte estaba a la espera de una respuesta de su hija, que también debe ser viejísima. Así que pensé que me quedaría sin conocer al último veterano francés de la Grand Guerre. Cada uno tiene sus ilusiones y esa, fijense, era una de las mías.
Pero hace unos días me enteré de que entre los milagros que ha obrado -y sigue obrando, aunque haya terminado- la primavera de este año, está la resurección de un poilu. Un investigador ha encontrado a un combatiente vivo de aquella contienda. Se llama Fernand Goux, tiene 108 años y está jubilado como agricultor en Île de France. No constaba como veterano por el Ejército francés porque no llegó a los tres meses de servicio. Pero el poco tiempo que estuvo chupó la primera línea de frente y le tocó la grata misión de enterrar cadáveres.
Creo que el tipo está bien aunque no tiene ni puñeteras ganas de que le entrevisten. No sé si lo haré, pero al menos recupero la ilusión de conocer algún día, y tendrá que ser muy pronto, a un veterano de las trincheras. Puesfijate les mantendrá informados.
miércoles, 16 de julio de 2008
La resurrección del 'poilu'
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8 comentarios:
¿En serio? ¿No tiene ni puñeteras ganas de que le entrevisten con 108 años? Los hay poco entusiastas.
Bueno, si no puedes entrevistarlo siempre te queda algún ex-comunista rebotado, reconvertido en patriota de escalera. Los sujetos más interesantes viven entre nosotros. No están en los países vecinos. Son los vecinos mismos.
Yo entrevisté al grandísimo Marcos Ana (1920), el hombre con más años de cárcel franquista sobre sus hombros (veintitrés, o sea, algo así como un fin de semana). Después de esto, creo que lo de dejarse entrevistar, como las ganas de vivir, está en el espíritu, cosa que a él le sobra. Por si a alguien le interesa, aquí puede encontrar nuestra conversación:
http://www.eldia.es/2007-10-30/cultura/cultura0.htm
Podría dejarse entrevistar para Epílogo, un programa que se compromete a publicar la entrevista sólo después de que muera el entrevistado.
Ese programa mola todo, sobre todo cuando va borrándose la sillita con el entrevistado, que es una forma fina de decir "palmóla".
Una vez a uno de los personajess (no recuerdo cuál, ni siquiera recuerdo si ocurrió de verdad o me lo estoy inventando) le decían: "formule un deseo" y contestó el desdichado, "que este programa tardé mucho tiempo en emitirse".
Se ve que el departamento de deseos estaba en suspensión de pagos...
Pero Jebi, no se ha creado el enlace, no se puede pinchar.
Vale, copié la dirección. Enhorabuena Jebi, muy buena.
Disculpas por el desastroso traslado de la entrevista a la edición digital, con ese cuerpo de letra que al principio mezcla el título con un despiece. No sé a quién se debe la genialidad, pero mira que ha pasado tiempo y a nadie se le ha ocurrido arreglarlo. Hay que joerse.
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