jueves, 6 de noviembre de 2008

I have a dream

Perdonen mi ausencia del blog (y mis blogs amigos) estos días, he estado ocupado. Supongo que ya saben la noticia del día y una de las noticias del siglo: a partir del próximo 20 de enero habrá un negro (medio negro, pero de genes oscuros dominantes desde luego) en la Casa Blanca. Me alegro, no estrictamente porque sea negro -me espantaría ver a Mike Tyson de presidente de Estados Unidos- pero sí porque ese gran país se haya sacudido el estigma del racismo que le ha acompañado desde hace siglos. Y también me alegro porque Obama me cae bien y porque hacía falta un cambio en una nación de la que todos somos, nos guste o no, ciudadanos.

Al despertar somos conscientes sólo de parte de lo que hemos soñado. Pues bien, hoy hemos conocido lo que Martin Luther King soñó la noche del 27 de agosto de 1963 y al día siguiente no pudo recordar y contar en el Licoln Memorial de Washignton DC [texto en castellano | texto en inglés ¡léanlo!]. Perdón por la cursilada, pero así lo creo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Y lean ( o escuchen) el discurso de Obama al ser elegido presidente. EMOCIONANTE es poco

Anónimo dijo...

Lo de "negro" siendo cierto, es relativo en el caso de Obama. No es un negro descendiente de esclavos africanos traídos a América y eso, según algunos, le quita el componente reivindicativo y victimista de muchos negros estadounidenses. Y hace que no haya centrado su campaña en el aspecto racial.

Anónimo dijo...

Martin Luther King. John Lennon. Mahatma Gandhi. John Fitzgerald Kennedy. Todos fueron abanderados del cambio. ¿Y qué hicimos con ellos?

No te digo ná y te lo digo tó.

Anónimo dijo...

Tampoco hay que exagerar. También Felipe fue abanderado del cambio y ya ves lo bien que le va. Mala Hierba...

Anónimo dijo...

Es difícil estar a la altura de un sueño, pero qué momento tan bonito.