miércoles, 3 de octubre de 2007

Periodismo de rumor y 20.000 pinchazos

Recuerdo una viñeta que vi hace los menos 25 años, no sé si de Perich o de Forges, en la que a un tipo le ofrecían el periódico por la calle y decía: "No gracias, prefiero vivir de rumores". Lo grave es cuando alguien lee un medio que considera fiable y engulle de chismorreos no confirmados, no contrastados, en ocasiones falsos (no siempre suena la flauta) y a veces incluso ridículos.

Hoy (ya ayer) me temo que casi todos los medios digitales españoles serios hemos vuelto a caer en el mismo error, unos con más estrépito que otros. Contábamos que la policía portuguesa se encontraba en Huelva porque sospechaba que Madeleine (prometí no hablar más del tema pero no soy hombre de palabra) estaba enterrada allí. La fuente era el Correo da Mainha, un periódico del que el 99% de nosotros no había oído hablar. O peor, quizá era una agencia que había malinterpretado al diario. Aún así lo rebotamos con alegría y nos convertimos a su vez en fuente supuestamente más fiable para medios como Ria Novosti, que cita a elmundo.es.

Lo cierto es que, tal y como aclara The Guardian (en el último párrafo, como corresponde) los agentes lusos habían cruzado la frontera... para participar en la fiesta de los Ángeles Custodios , patrón de sus colegas españoles.

El desarrollo de Internet ha traído cosas muy buenas para el periodismo, junto a otras espantosas. Se trabaja muy rápido, en tiempo real, con poco tiempo para comprobar las informaciones. Y además hay otras dos circunstancias que nos precipitan al error y que conocemos muy bien los que trabajamos en e-redacciones. Una, que sabemos casi al minuto el impacto de una noticia en nuestros lectores y perdemos la cabeza por informaciones sobre personajes (Madeleine, Fernando Alonso, Aznar) que nos van a proporcionar 20.000 pinchazos en poco tiempo. Otra, que podemos ver las webs de la competencia. No hay grito más terrorífico en un medio digital que ese de "¡eeeeeeh, que lo lleva todo el mundo!". Ni valentía mayor que la del redactor que viendo la información en el resto de los medios y sabiendo que es una bomba para el lector tiene las santas narices de ser riguroso y no dar pábulo a rumores no confirmados.

O sea, lo que toda la vida se ha llamado "hacer periodismo".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Excusas de mal pagador, berni, y lo sabes. Internet no inventó la inmediatez, lo hizo Marconi en 1896. Ser riguroso no es cuestión del medio, es cuestión de la persona. Con cosas como las de hoy, perdemos la poca honra que habíamos ganado....

Anónimo dijo...

El lema "Nunca dejes que la verdad te estropee una buena noticia" hay que dejárselo a otros, pero un error lo tiene cualquiera, chicos.

Lo del caso Madeleine es un folletín por entregas y como tal, cada vez resulta más confuso y menos apasionante. La gente ahora dice, "Yo ya no sigo el caso Madeleine" como si se hubiesen hartado de "Santa Barbara".

Una pena.